Juan 6:39 - Palabra de Dios para ti 2022

³⁹ La voluntad del Padre Quien me envió es que no pierda nada de todo lo que me dio, sino que lo resucite el día final.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³⁹ Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁹ Y la voluntad de Dios es que yo no pierda ni a uno solo de todos los que él me dio, sino que los resucite, en el día final.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁹ Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁹ Y ésta es la voluntad del que me envió: que todo lo que me ha dado,° no pierda Yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁹ Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: que nada de aquello que me ha dado se pierda, sino que yo lo resucite en el último día.

Juan 6:39 Referans Kwoze

Jeremías 23:4

Designaré para ellas pastores que las pastoreen. Ya no temerán ni se turbarán. Ninguna faltará, dice Yavé.

Mateo 10:15

En verdad les digo que en el día del juicio, será más tolerable para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.

Mateo 18:14

De igual modo, no es la voluntad de su Padre celestial que se pierda uno de estos pequeños.

Lucas 12:32

No temas, rebaño pequeño, porque tu Padre resolvió darles el reino.

Juan 12:48

El que me rechaza y no recibe mis Palabras tiene quien lo juzgue. La Palabra que hablé es la que lo juzgará en el día final.

Juan 17:12

Mientras estaba con ellos, Yo los guardaba en tu Nombre que me diste, y los cuidé. Ninguno de ellos se perdió sino el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura.

Juan 17:2

por cuanto le concediste autoridad sobre toda persona, para que otorgue vida eterna a todos los que le diste.

Juan 17:24

Padre, quiero que los que me diste estén donde Yo estoy, para que contemplen la gloria que me diste, porque me amaste antes de la fundación del mundo.

Juan 17:6

Manifesté tu Nombre a los hombres que me diste del mundo. Tuyos eran y me los diste. Y han guardado tu Palabra.

Juan 17:9

Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me diste, pues son tuyos.

Juan 18:9

Esto sucedió para que se cumpliera la Palabra que dijo: De los que me diste, no perdí a ninguno de ellos.

Juan 5:28

No se maravillen de esto, porque viene la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz.

Juan 6:37

Todo lo que el Padre me da, vendrá a Mí. El que viene a Mí, que de ningún modo Yo lo eche fuera.

Juan 6:40

Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que mira al Hijo y cree en Él, tenga vida eterna, y Yo lo resucitaré el día final.

Juan 6:44

Nadie puede venir a Mí si el Padre que me envió no lo atrae. Y Yo lo resucitaré en el día final.

Juan 6:54

El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final.

Romanos 8:11

Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el que resucitó a Cristo de entre los muertos vivificará también sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que mora en ustedes.

1 Corintios 6:14

pues Dios, Quien resucitó al Señor, también nos resucitará por medio de su poder.

2 Timoteo 2:19

Sin embargo, el sólido fundamento de Dios permanece firme, con este sello: Conoce el Señor a los suyos, y: Huya de iniquidad todo el que menciona el Nombre del Señor.

Santiago 5:15

La conversación de fe con Dios sanará al enfermo, y el Señor lo levantará. Si cometió pecados, se le perdonarán.

1 Pedro 1:5

Por el poder de Dios ustedes son protegidos bajo custodia por medio de la fe para la salvación preparada, a fin de que les sea manifestada en el tiempo final.

Judas 1:1

Judas, un esclavo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, amados por Dios Padre y guardados por Jesucristo.

1 Samuel 25:29

Aunque un hombre se levantó para perseguirte y buscar tu vida, la vida de mi ʼadón está bien atada en el manojo de la vida junto a Yavé tu ʼElohim, mientras Él quita la vida a tus enemigos como por medio de una honda.