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Juan 5:37 - Palabra de Dios para ti 2022

37 El Padre que me envió también dio testimonio de Mí. Ustedes jamás oyeron su voz, ni vieron su apariencia,

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Biblia Reina Valera 1960

37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

37 El Padre mismo, quien me envió, ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han oído su voz ni lo han visto cara a cara,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

37 Y el Padre que me ha enviado también da testimonio de mí. Ustedes nunca han oído su voz ni visto su rostro;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

37 El Padre que me envió, Él ha dado testimonio acerca de mí.° Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

37 Y el Padre que me envió, Él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído vosotros su voz, nunca habéis visto su rostro;

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Juan 5:37
20 Referans Kwoze  

Dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros y escucharemos. Pero que ʼElohim no nos hable, no sea que muramos.


Aunque se muestre compasión al perverso, no aprenderá justicia. Aunque esté en tierra de rectitud, él hace iniquidad y no considera la majestad de Yavé.


Mientras hablaba, una nube radiante los cubrió, y de la nube salió una voz que decía: Éste es mi Hijo amado, en Quien me complací. Escúchenlo a Él.


Se oyó una voz celestial que dijo: Este es mi Hijo amado, en Quien me complací.


Se oyó una voz de los cielos: Tú eres mi Hijo amado. En Ti me deleité.


Comenzó desde Moisés y de todos los profetas y les explicó en todas las Escrituras las cosas relacionadas con Él mismo.


Descendió el Espíritu Santo sobre Él en forma corporal como una paloma, y hubo una voz del cielo: Tú eres mi Hijo amado. En Ti me deleité.


Nadie vio jamás a Dios. El Unigénito Dios, Quien está en el seno del Padre, Él se dio a conocer.


Jesús le preguntó: Felipe, ¿tanto tiempo he estado con ustedes, y no me conoces? El que me vio, vio al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre?


Si no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro hizo, no tendrían pecado. Pero ahora, han visto y han aborrecido tanto a Mí como a mi Padre.


Otro es quien da testimonio de Mí, y sé que su testimonio es verdadero.


No trabajen por la comida que perece, sino por la que permanece para vida eterna, la cual el Hijo del Hombre les dará, porque el Padre Dios selló a Éste.


Yo doy testimonio de Mí mismo, y el que me envió también da testimonio de Mí.


Yavé les habló desde en medio del fuego. Ustedes oían el sonido de palabras, pero no percibían figura alguna, sino una voz.


Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único Dios, sean el honor y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


el Único que tiene inmortalidad, que mora en luz inaccesible, a Quien ninguno de los humanos vio, ni puede ver. A Él sea honor y soberanía eterna. Amén.


Nadie vio jamás a Dios. Cuando nos amemos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor es perfeccionado en nosotros.


Si alguno dice: Amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso, porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a Quien no ha visto.


Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor, porque éste es el testimonio de Dios, Quien testificó acerca de su Hijo.


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