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Juan 14:26 - Palabra de Dios para ti 2022

26 pero el Intercesor, el Espíritu Santo, a Quien el Padre enviará en mi Nombre, Él les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les dije.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Sin embargo, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor como mi representante —es decir, al Espíritu Santo—, él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 pero el Paracleto,° el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os dije.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, él os lo enseñará todo, y os recordará cuanto os he dicho yo'

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Juan 14:26
75 Referans Kwoze  

No me eches de tu Presencia, Ni quites de mí tu Santo Espíritu.


Todos tus hijos serán enseñados por Yavé. Se multiplicará la paz de tus hijos.


Pero ellos se rebelaron y entristecieron a su Espíritu Santo, por lo cual se volvió su enemigo. Él mismo combatió contra ellos.


Ahora bien, el nacimiento de Jesucristo fue así: Estaba su madre María comprometida con José, y antes de unirse fue hallada embarazada del Espíritu Santo.


Al pensar él en esto, súbitamente un ángel del Señor se le apareció en un sueño y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu esposa, porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo.


Vayan, pues, discipulen a todas las gentes y bautícenlas en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Yo ciertamente los bautizo con agua para indicar el cambio de mente, pero el que viene después de mí es más poderoso que yo. No soy digno de llevar sus sandalias. Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego.


El mismo David dijo por medio del Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi mano derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies.


Cuando los conduzcan para entregarlos, no se preocupen por lo que deben hablar, sino hablen lo que les sea dado en aquella hora. Porque no son ustedes los que hablan, sino el Espíritu Santo.


porque será grande delante del Señor. No beberá vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre.


El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te hará sombra, por lo cual también el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios.


Aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre, y Elisabet fue llena del Espíritu Santo.


Y su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo y profetizó:


Pues si ustedes, que son malos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡Cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que lo piden!


Estaba en Jerusalén un hombre justo y devoto llamado Simeón, quien esperaba la consolación de Israel. El Espíritu Santo estaba sobre él,


Yo envío la promesa de mi Padre sobre ustedes. Permanezcan en la ciudad hasta que sean investidos de poder de lo alto.


Descendió el Espíritu Santo sobre Él en forma corporal como una paloma, y hubo una voz del cielo: Tú eres mi Hijo amado. En Ti me deleité.


Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: El que bautiza con el Espíritu Santo es Aquel sobre Quien veas que desciende el Espíritu y se posa sobre Él.


Al principio sus discípulos no entendieron esto, pero cuando Jesús fue glorificado, recordaron que esto estaba escrito con respecto a Él y que así le hicieron.


Yo rogaré al Padre y les dará otro Intercesor, a fin de que esté con ustedes para siempre:


Esto les he hablado mientras estoy con ustedes,


Cuando venga el Intercesor, a Quien Yo les enviaré del Padre, el Espíritu de la Verdad, Quien procede del Padre, Él dará testimonio de Mí.


Pero Yo les digo la verdad: Les conviene que Yo vaya, porque si no voy, el Intercesor no vendrá a ustedes. Pero si voy, lo enviaré.


Cuando Él fue resucitado de entre los muertos, sus discípulos recordaron que dijo esto y creyeron en la Escritura y en la Palabra de Jesús.


Entonces sopló sobre ellos y dijo: Reciban el Espíritu Santo.


Está escrito en los profetas: Todos serán enseñados por Dios. Todo el que oye y aprendió del Padre, viene a Mí.


Dijo esto con respecto al Espíritu que recibirían los que habían creído en Él, porque aun no se había concedido el Espíritu, pues Jesús aún no había sido glorificado.


hasta el día cuando dio órdenes por el Espíritu Santo a los apóstoles que escogió, y ascendió.


Se reunieron y les mandó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre que Él les anunció:


Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, me serán testigos primero en Jerusalén, toda Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra.


Entonces recordé la Palabra del Señor Quien nos dijo: Juan ciertamente bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.


Cuando éstos ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a la cual los llamé.


Ellos, enviados por el Santo Espíritu, bajaron a Seleucia y de allí navegaron a Chipre.


Porque pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros, no imponerles alguna carga adicional, excepto estas cosas necesarias:


Dios, Quien conoce los corazones, al derramar sobre ellos el Espíritu Santo, les dio testimonio también como a nosotros.


El Santo Espíritu les impidió hablar la Palabra en Asia. Viajaron a través de Frigia y Galacia.


Así que, exaltado a la mano derecha de Dios, y después de recibir del Padre la promesa del Espíritu Santo, derramó esto que ustedes ven y oyen.


Todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía hablar.


Tengan cuidado de ustedes mismos y de todo el rebaño en el cual el Espíritu Santo los puso como supervisores para apacentar la iglesia de Dios, la cual adquirió por medio de su propia sangre.


En todo les demostré que al trabajar de este modo es necesario socorrer a los débiles, y recordar las Palabras del Señor Jesús, pues Él mismo dijo: Más inmensamente feliz es el que da que el que recibe.


No lograban acuerdo y se despedían. Entonces Pablo les dijo: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a los antepasados de ustedes:


Pedro le preguntó: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mientas al Espíritu Santo, y te quedes con una parte del valor de la posesión?


¡Indómitos e incircuncisos de corazón y de oídos! Ustedes resisten constantemente al Espíritu Santo. Son como sus antepasados.


Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús en pie a la mano derecha de Dios,


Porque el reino de Dios no es comida y bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.


El Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que ustedes abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.


para que yo sea ministro de Cristo Jesús a los gentiles y administre las Buenas Noticias como sacerdote de Dios, a fin de que los gentiles sean una ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.


La esperanza no decepciona, porque el amor de Dios se derramó en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos dio.


Por lo cual, les informo que nadie que hable por el Espíritu de Dios dice: Jesús es una maldición. Y nadie puede decir: Señor Jesús, sino por el Espíritu Santo.


¿No saben que su cuerpo es Santuario del Espíritu Santo, Quien está en ustedes, el cual recibieron de Dios? ¿No saben que ustedes no se pertenecen


en pureza, en conocimiento, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor genuino,


En Él también ustedes, después de escuchar la Palabra de la verdad, las Buenas Noticias de su salvación, y creer, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa,


para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él


No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.


Por tanto, el que rechaza esto, no rechaza a hombre, sino a Dios, Quien les da su mismo Espíritu Santo.


Guarda el buen depósito por medio del Espíritu Santo que vive en nosotros.


nos salvó, no por obras que nosotros hicimos en justicia, sino según su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y renovación del Espíritu Santo,


El Espíritu Santo también testifica, porque después de decir:


y Dios testificó al mismo tiempo con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.


Por tanto, como dice el Espíritu Santo: Si oyen hoy su voz,


Con esto el Espíritu Santo daba a entender que, mientras existía la primera parte del Tabernáculo, no se había abierto el camino hacia el Lugar Santísimo.


A ellos se les reveló que no administraban esto para ellos mismos sino para ustedes. Tales cosas les fueron anunciadas por los que predicaron estas Buenas Noticias según el Espíritu Santo enviado del cielo. Los ángeles anhelan mirar esto.


porque la profecía nunca vino por voluntad humana, sino los hombres de Dios hablaron cuando fueron inspirados por el Espíritu Santo.


Pero ustedes tienen la unción del Santo, y todos ustedes lo saben.


Pero la Unción que recibieron de Él permanece en ustedes. No tienen necesidad de que alguno les enseñe, sino que así como su Unción les enseña con respecto a todas las cosas (es verdadera y no es mentira, así como les enseñó), permanezcan en Él.


Porque tres son los que testifican:


Pero ustedes, amados, edifiquen sobre su santísima fe, hablen con Dios por el Espíritu Santo,


El que tiene oído, escuche lo que dice el Espíritu a las iglesias. El que vence, que de ningún modo sufra la muerte segunda.


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