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Juan 10:28 - Palabra de Dios para ti 2022

28 Yo les doy vida eterna, y que ninguna perezca jamás. Nadie las arrebatará de mi mano.

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Biblia Reina Valera 1960

28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Les doy vida eterna, y nunca perecerán. Nadie puede quitármelas,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 y yo les doy vida eterna. Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 y Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Yo les doy vida eterna y nunca jamás perecerán, ni nadie las arrebatará de mis manos.

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Juan 10:28
60 Referans Kwoze  

Sin embargo, el justo se aferra a su camino, y el limpio de manos aumentará sus fuerzas.


En tu mano encomiendo mi espíritu. Tú, oh Yavé, ʼElohim me redimiste de verdad.


Porque Yavé ama la justicia, Y no desampara a sus piadosos. Para siempre son guardados sus santos, Pero la descendencia de los perversos será cortada.


Porque siete veces cae el justo y se vuelve a levantar, Pero los impíos tropiezan en la calamidad.


Pero la senda de los justos es como la luz del alba, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.


Yo, Yavé, soy su Guardián. La riego en todo momento para que nadie la dañe. La cuido noche y día.


Israel será salvado por Yavé con salvación eterna. Nunca jamás serán avergonzados ni humillados.


Ningún arma forjada contra ti prosperará. Tú condenarás a toda lengua que se levante en juicio contra ti. Esta es la herencia de los esclavos de Yavé. Su salvación vendrá de Mí, dice Yavé.


Inclinen su oído y vengan a Mí. Escuchen, y vivirá su alma. Yo haré con ustedes un Pacto eterno, las misericordias fieles prometidas a David.


Designaré para ellas pastores que las pastoreen. Ya no temerán ni se turbarán. Ninguna faltará, dice Yavé.


Yavé se me apareció desde lejos y dijo: Con amor eterno te amé. Por tanto, te atraje a Mí con misericordia.


Ya no enseñará cada uno a su prójimo, ni cada cual a su hermano. Ni dirá: ¡Conoce a Yavé! Porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Yavé. Porque perdonaré su maldad y ya no me acordaré de sus pecados,


Haré un Pacto eterno con ellos: No desistiré de hacerles bien, y fijaré mi temor en el corazón de ellos para que no se aparten de Mí.


Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas. Mostrarán señales y prodigios a fin de extraviar a los escogidos, si fuera posible.


Y Jesús clamó a gran voz: ¡Padre, encomiendo mi espíritu en tus manos! Y cuando dijo esto, expiró.


Lo que me dio mi Padre es mayor que todo y nadie lo arrebata de la mano del Padre.


Jesús le dijo: Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en Mí, aunque muera, vivirá.


Aún un poco, y el mundo no me verá, pero ustedes me verán. Porque Yo vivo, ustedes también vivirán.


por cuanto le concediste autoridad sobre toda persona, para que otorgue vida eterna a todos los que le diste.


Esto sucedió para que se cumpliera la Palabra que dijo: De los que me diste, no perdí a ninguno de ellos.


El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que desobedece al Hijo no verá la vida. Al contrario, la ira de Dios permanece sobre él.


pero el que beba del agua que Yo le dé, de ningún modo tendrá sed jamás. El agua que le dé se convertirá en una fuente de agua que brota en él para vida eterna.


En verdad, en verdad les digo: El que oye mi Palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna. No va a juicio, sino pasa de la muerte a la vida.


No trabajen por la comida que perece, sino por la que permanece para vida eterna, la cual el Hijo del Hombre les dará, porque el Padre Dios selló a Éste.


Todo lo que el Padre me da, vendrá a Mí. El que viene a Mí, que de ningún modo Yo lo eche fuera.


En verdad, en verdad les digo: El que cree tiene vida eterna.


Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tienes Palabras de vida eterna.


Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba: ¡Señor Jesús, recibe mi espíritu!


Porque si por la transgresión de uno reinó la muerte, mucho más reinarán en vida los que reciben la abundancia de la gracia y el Regalo de la justicia por medio de Uno, Jesucristo.


por Quien también obtuvimos entrada a esta gracia en la cual estamos firmes, y celebramos la esperanza de la gloria de Dios.


a fin de que como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor.


Por tanto, mucho más ahora, al ser declarados justos a causa de su sangre, seremos salvos de la ira por medio de Él.


Porque la consecuencia del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor.


Ahora, pues, ningún juicio hay para los que están en Cristo Jesús,


Porque a los que de antemano conoció, también predestinó para que sean conformados a la Imagen de su Hijo, a fin de que Él sea el Primogénito entre muchos hermanos.


En verdad Él ama al pueblo. Todos tus santos están en tu mano, Y ellos siguieron en tus pasos, ¡Tus Palabras!


Me convencí de que El que inició en ustedes la buena obra la completará hasta el día de Jesucristo.


Hermanos amados por el Señor, nosotros tenemos que dar gracias siempre a Dios por ustedes, pues desde el principio Él los escogió para salvación por medio de la santificación del espíritu y fe en la verdad.


Pero por esto me fue otorgada misericordia, a fin de que Cristo Jesús demuestre toda longanimidad primero en mí como ejemplo de los que creerían en Él para vida eterna.


razón por la cual también soporto estas cosas. Pero no me avergüenzo, porque sé en Quién creí y me persuadí de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día.


Por tanto puede también salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, y vive siempre para interceder por ellos.


Por el poder de Dios ustedes son protegidos bajo custodia por medio de la fe para la salvación preparada, a fin de que les sea manifestada en el tiempo final.


(porque la Vida se manifestó y La vimos), testificamos. Les anunciamos la Vida eterna, la cual estaba ante el Padre y se nos manifestó.


Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros, porque si fueran de nosotros, permanecerían con nosotros. Pero salieron para que se manifestaran, porque no todos son de nosotros.


Ésta es la promesa que Él mismo nos ofreció: la vida eterna.


Éste es el testimonio: Que Dios nos dio vida eterna, y esta vida está en su Hijo.


Judas, un esclavo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, amados por Dios Padre y guardados por Jesucristo.


consérvense en el amor de Dios, acójanse a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.


Al que es poderoso para guardarlos sin caída y colocarlos en pie sin mancha en presencia de su gloria con gran gozo,


Él guarda los pies de sus santos, Pero los perversos perecen en la oscuridad, Porque por su propia fuerza no prevalece un hombre.


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