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Joel 3:17 - Palabra de Dios para ti 2022

17 Entonces conocerán que Yo soy Yavé su ʼElohim, quien mora en Sion, mi Montaña Santa. Jerusalén será santa, y los extraños no pasarán más por ella.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 «Entonces ustedes sabrán que yo, el Señor su Dios, habito en Sion, mi monte santo. Jerusalén será santa para siempre, y los ejércitos extranjeros nunca más volverán a conquistarla.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Entonces conoceréis que Yo soy YHVH vuestro Dios, Que habito en Sión, mi santo monte. Jerusalem será santa, y los extraños no pasarán más por ella.

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Joel 3:17
29 Referans Kwoze  

Solo a ellos fue dada la tierra, y ningún extraño pasó entre ellos.


En Salén está su Tabernáculo. Su lugar de morada también está en Sion.


¡Canten alabanzas a Yavé, Quien mora en Sion! ¡Anuncien entre los pueblos sus proezas!


Yo escuché las murmuraciones de los hijos de Israel. Diles: Al llegar la noche comerán carne, y por la mañana se saciarán de pan. Y entenderán que Yo soy Yavé su ʼElohim.


No harán mal ni dañarán en todo mi Santa Montaña, porque la tierra será llena del conocimiento de Yavé como el agua cubre el mar.


¡Regocíjate y canta, oh habitante de Sion, porque el Santo de Israel es grande en medio de ti!


Habrá allí una calzada, la cual será llamada Camino de Santidad. Ningún impuro pasará por él. El que ande por este Camino, aunque sea torpe, no se extraviará.


Sucederá que los que queden en Sion, los que sean dejados en Jerusalén, serán llamados santos, los inscritos entre los vivos en Jerusalén.


Impondré que mi justicia se acerque. No se alejará. Mi salvación no se detendrá. Pondré salvación en Sion, y en Israel mi gloria.


¡Despierta! ¡Despierta! Cúbrete con tu poder, oh Sion. Cúbrete con tu ropa de gala, oh Jerusalén, Ciudad Santa. Porque nunca jamás volverá a entrar en ti algún incircunciso o impuro.


ordenaré que sean conducidos a mi Santa Montaña y se alegren en mi Casa de Oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar, porque mi Casa será llamada Casa de Oración para todos los pueblos.


Yavé de las huestes, ʼElohim de Israel, dice: Cuando Yo devuelva a tus cautivos, se volverá a decir en Judá y en sus poblados: ¡Yavé te bendiga, oh Morada de Justicia, oh Montaña de Santidad!


Todo el valle de los cadáveres y las cenizas, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón hasta la esquina de la Puerta de los Caballos hacia el oriente, estarán consagrados a Yavé. Nunca jamás serán devastados ni destruidos.


Porque en mi Santa Montaña, la Alta Montaña de Israel, dice ʼAdonay Yavé, allí en la tierra me servirá la Casa de Israel, todos ellos. Allí los aceptaré y demandaré sus ofrendas, las primicias de sus presentes y todas sus cosas consagradas.


Pondré tendones sobre ustedes y carne sobre ellos. Los cubriré con piel, infundiré en ustedes espíritu y vivirán. Y sabrán que Yo soy Yavé.


Ésta es la Ley de la Casa: Sobre la cumbre de la montaña, toda el área alrededor de ella será santísima. Mira, esa es la Ley de la Casa.


ʼAdonay Yavé dice: Ningún extranjero, incircunciso de corazón y de carne, entrará en mi Santuario, ningún extranjero que viva con los hijos de Israel.


En derredor tendrá 9 kilómetros. Y desde aquel día, el nombre de la ciudad será: Yavé está allí.


Plantará las tiendas de su palacio entre los mares y la Montaña gloriosa y santa. Pero le vendrá su fin, y no tendrá quien lo ayude.


Oh ʼAdonay, aparta tu ira y furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu Montaña Santa, según todas tus obras justas. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros antepasados, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de los que nos rodean.


Sabrán que Yo estoy en medio de Israel, que Yo soy Yavé su ʼElohim y que no hay algún otro. Mi pueblo nunca más será avergonzado.


Limpiaré la sangre de los que no limpié. Y Yavé morará en Sion.


Haré un remanente con las que cojean, y una nación poderosa con las descarriadas. Yavé reinará sobre ellas en la Montaña Sion desde entonces y para siempre.


¡Miren sobre las montañas los pies del que trae buenas noticias, del que anuncia la paz! ¡Celebra tus solemnidades, oh Judá, y cumple tus votos porque nunca más pasará por ti el perverso! Fue destruido por completo.


Yavé dice: Restauraré a Sion, y viviré en Jerusalén. Será llamada Ciudad de la Verdad, la Montaña de Yavé de las huestes, Montaña de Santidad.


¡Que de ningún modo entre en ella algo impuro ni el que practica repugnancia y mentira, sino los que fueron inscritos en el rollo de la vida del Cordero!


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