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Jeremías 9:10 - Palabra de Dios para ti 2022

10 Por las montañas levantaré mi lamento y mi llanto por los pastizales del desierto porque están desolados. No hay quien pase, ni se oye el bramido del ganado. Desde las aves del cielo hasta las bestias huyeron. Todos se fueron.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Por los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto por los pastizales del desierto; porque fueron desolados hasta no quedar quien pase, ni oírse bramido de ganado; desde las aves del cielo hasta las bestias de la tierra huyeron, y se fueron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Lloraré por las montañas y gemiré por los pastos del desierto; pues están desolados y no tienen vida. Ya no se escucha el mugido del ganado; todas las aves y los animales salvajes han huido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Voy a hacer de Jerusalén un montón de piedras, una guarida de chacales, y de las ciudades de Judá, un desierto donde nadie viva.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Por los montes alzaré mi lloro y mi lamento, Y una endecha por los pastos del desierto, Porque están quemados y no hay quien pase, Ni se oye el bramido de ganado; Desde las aves de los cielos hasta las bestias, Todo ha huido, todo se ha ido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Haré de Jerusalén una escombrera, una guarida de chacales; de las ciudades de Judá haré un desierto sin habitantes.

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Jeremías 9:10
30 Referans Kwoze  

Ciertamente te pongo como trillo, como rastrillo nuevo lleno de dientes. Trillarás las montañas y las triturarás. Como a pasto seco reducirás las colinas.


Porque tu tierra devastada, arruinada y desolada, ahora será estrecha para tus habitantes. Tus destructores estarán lejos.


Muchos pastores destruyeron mi viña. Pisotearon mi heredad. Convirtieron mi agradable heredad en un desierto desolado.


La convirtieron en una desolación, y llora sobre mí desolada. Toda la tierra está desolada porque no reflexiona algún hombre.


¿Hasta cuándo lamenta la tierra y se marchita la hierba de todo el campo? Por la perversidad de los que la habitan perecieron los animales y las aves. Porque dicen: Él no verá nuestro último fin.


Los asnos monteses se paran en las alturas y aspiran el aire como chacales. Sus ojos se debilitan porque no hay hierba.


Los leoncillos rugieron contra él, levantaron su rugido y convirtieron su tierra en una desolación. Sus ciudades están quemadas y sin habitante.


No preguntaron: ¿Dónde está Yavé, Quien nos sacó de la tierra de Egipto y nos condujo por el desierto, por tierra deshabitada y de sombra de muerte, tierra sedienta y sombría, tierra por la cual nadie cruza y en la cual nadie vive?


Porque la tierra está llena de adúlteros. La tierra gime a causa de una maldición y los pastos de la llanura se secaron. La carrera de ellos es mala, y su poder no es recto.


Porque desde el norte llega contra ella una nación que convertirá su tierra en una desolación. No hay hombre ni animal que viva en ella. Huyen y se van.


Corta tu cabello y tíralo. Levanta llanto en las alturas, porque Yavé desechó y abandonó a la generación que es objeto de su ira.


Aunque tenga consuelo en la aflicción, mi corazón desfallece dentro de mí.


Por estas cosas yo lloro. Mis ojos se deshacen en agua, Porque lejos de mí está un consolador Quien restituya mi alma. Mis hijos están desconsolados Porque prevaleció el enemigo.


Mis ojos desfallecen a causa de las lágrimas. Se conmueven mis órganos internos. Mi corazón está profundamente perturbado Y mi hiel se derrama a tierra A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo. Porque los niños y los bebés Desfallecen en las calles de la ciudad.


Porque la Montaña Sion está desolada, Y las zorras se pasean por ella.


Si suelto bestias feroces por la tierra, la asolan y queda desolada de tal modo que nadie puede pasar a causa de las fieras,


Y tú, hijo de hombre, levanta una lamentación sobre Tiro:


No pasará pie de hombre por ella, ni pata de bestia, ni será habitada durante 40 años.


Convertiré la tierra en desierto y en desolación. Cesará el orgullo de su poderío. Las montañas de Israel serán asoladas de tal modo que nadie pase.


Las ciudades serán asoladas en todos los lugares donde vivan. Los lugares altos serán asolados hasta que queden arruinados, sus quemaderos de incienso destruidos, sus ídolos quebrados y destruidos, y sus imágenes del sol destruidas. Sus obras serán deshechas.


Por eso la tierra tendrá luto, y todos los que la habitan desfallecerán juntamente con las bestias del campo y las aves del cielo. También los peces del mar perecerán.


Vístanse de luto, sacerdotes. Giman, ministros del altar. Pernocten con tela áspera, ministros de mi ʼElohim, porque a la casa de su ʼElohim se le negó la ofrenda vegetal y la libación.


A ti clamo, oh Yavé, porque el fuego devoró los pastizales del desierto. La llama quemó todos los árboles del campo.


Escuchen la palabra que pronuncio como lamento por ustedes, oh Casa de Israel:


ʼAdonay Yavé, ʼElohim de las huestes dice: En todas las plazas habrá llanto y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡Ay! Y llamarán al labrador a duelo y a lamentación a los que saben lamentar.


Aquel día se levantará una mofa contra ustedes, un amargo lamento y dirán: ¡Somos completamente destruidos! Él cambió la heredad de mi pueblo. ¡Cómo me la quitó! A los infieles distribuyó mis campos.


Por tanto, por causa de ustedes, Sion será arada como un campo, Jerusalén será una pila de ruinas, y la Montaña del Templo como colinas de escaso bosque.


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