Jeremías 4:16 - Palabra de Dios para ti 2022

¹⁶ Anuncien a las naciones: Miren, proclamen en Jerusalén: ¡Vienen guardias de tierras lejanas y lanzarán su voz contra las ciudades de Judá!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁶ Decid a las naciones: He aquí, haced oír sobre Jerusalén: Guardas vienen de tierra lejana, y lanzarán su voz contra las ciudades de Judá.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁶ «Adviertan a las naciones vecinas y anuncien esto a Jerusalén: “El enemigo viene desde una tierra lejana, dando gritos de guerra contra las ciudades de Judá.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁶ Que todos sepan, en Judá y en Jerusalén, que los enemigos ya están aquí. Vienen de un lejano país y gritan contra las ciudades de Judá,

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁶ Anunciad a las naciones: Ved, anunciad a Jerusalem: ¡Vienen sitiadores de tierras lejanas, Y hacen resonar su voz contra las ciudades de Judá!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁶ Avisad a las naciones: '¡Aquí está!'. Proclamad en Jerusalén: 'Centinelas llegan de un país lejano y dan voces contra las ciudades de Judá'.

Jeremías 4:16 Referans Kwoze

Isaías 34:1

Acérquense, naciones, para oír, y escuchen ustedes, pueblos. Oiga la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todo lo que brota de él.

Isaías 39:3

Entonces el profeta Isaías fue al rey Ezequías y le preguntó: ¿Qué dijeron aquellos hombres y de dónde vienen a visitarte? Ezequías respondió: De una tierra lejana vinieron a visitarme, de Babilonia.

Jeremías 1:15

Porque ciertamente Yo convoco a todas las familias de los reinos del norte, dice Yavé. Vendrán y pondrán cada uno su trono en la entrada de las puertas de Jerusalén, contra todos sus muros alrededor y contra todas las ciudades de Judá.

Jeremías 16:6

En esta tierra morirán grandes y pequeños. No serán sepultados ni los llorarán, ni por ellos se harán incisiones, ni se raparán la cabeza,

Jeremías 2:15

Los leoncillos rugieron contra él, levantaron su rugido y convirtieron su tierra en una desolación. Sus ciudades están quemadas y sin habitante.

Jeremías 31:10

Oh naciones, escuchen la Palabra de Yavé, y anúncienla en las costas lejanas: El que dispersó a Israel lo reunirá y lo cuidará como el pastor cuida su rebaño.

Jeremías 39:1

El año noveno de Sedequías, rey de Judá, el mes décimo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó con todo su ejército contra Jerusalén y la sitió.

Jeremías 4:17

Como guardias de campo la rodean, porque se rebeló contra Mí, dice Yavé.

Jeremías 5:15

En verdad Yo traigo contra ustedes, oh Casa de Israel, dice Yavé, una nación lejana, perenne, antigua, cuya lengua no conocen, ni pueden entender lo que dice.

Jeremías 5:6

Por tanto, el león de la selva los matará. El lobo del desierto los destruirá. El leopardo acecha sus ciudades. Cualquiera que salga de ellas será despedazado, porque sus transgresiones son muchas. Sus apostasías son numerosas.

Jeremías 50:2

Anúncienlo entre las naciones y proclámenlo. Levanten la bandera, publíquenlo, y no lo encubran. Digan: ¡Capturada es Babilonia! Bel es avergonzado, Merodac está desecho. Sus esculturas son avergonzadas y sus ídolos están destrozados.

Jeremías 6:18

Por tanto oigan, naciones, y sepa, oh congregación lo que hay entre ellos.

Jeremías 6:19

Oye, oh tierra: Ciertamente Yo traigo la calamidad sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos. Porque no atendieron mis Palabras y desecharon mi Ley.

Jeremías 6:22

Yavé dice: Ciertamente viene un pueblo de la tierra del norte. Una nación grande se levantará de los confines de la tierra.

Jeremías 6:23

Empuñan el arco y la pica que se lanza. Son crueles. No tienen misericordia. Su voz ruge como el mar. Vienen montados sobre caballos como un solo guerrero, dispuestos contra ti, oh hija de Sion.

Jeremías 8:19

Ciertamente escucho el lamento de la hija de mi pueblo desde una tierra lejana. ¿No está Yavé en Sion? ¿Su Rey no está en ella? ¿Por qué me provocaron con imágenes de talla, con ídolos extraños?

Ezequiel 21:22

La brujería señaló a su mano derecha, a Jerusalén, para ordenar el ataque, comenzar la matanza, levantar el grito de guerra, emplazar vigas largas y pesadas a fin de lanzarlas contra las puertas, levantar terraplenes y hacer torres de asalto.