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Jeremías 30:7 - Palabra de Dios para ti 2022

7 ¡Ay, cuán grande es aquel día! No hay otro semejante a él. Tiempo de angustia para Jacob. Pero de ella será librado.

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Biblia Reina Valera 1960

7 ¡Ah, cuán grande es aquel día!, tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 En toda la historia nunca ha habido un tiempo de terror como este. Será un tiempo de angustia para mi pueblo Israel. ¡Pero al final será salvo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 ¡Ay! ¡Porque es grande este día y como él no habrá otro igual! Es una época de catástrofe para Jacob, de la que, sin embargo, se salvará.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 ¡Ay, cuán grande es aquel día! No hay otro semejante a él: Tiempo de angustia para Jacob. Pero de él será librado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 y en lividez se convierten? Sí, grande es aquel día, no hay semejante a él; tiempo de angustia es para Jacob, pero será librado de él.

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Jeremías 30:7
37 Referans Kwoze  

Jacob se angustió y tuvo gran temor. Dividió el pueblo, las ovejas, ganado vacuno y los camellos que tenía consigo en dos campamentos,


¡Oh ʼElohim, redime a Israel de todas sus angustias!


Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas lo libra Yavé.


Aquel día el habitante de esta costa dirá: ¡Miren! ¡Esto es lo que sucedió a aquellos en los cuales confiábamos y esperábamos, a los cuales huiríamos en busca de auxilio para que nos libraran del rey de Asiria! Ahora, ¿cómo escaparemos?


Oh Esperanza de Israel, su Salvador en tiempo de aflicción. ¿Por qué eres como forastero en la tierra, como caminante que levanta su tienda solo para pernoctar?


los que dicen al leño: ¡Tú eres mi padre! Y a la piedra: ¡Tú me diste a luz! Ciertamente me dieron la espalda y no la cara, pero en el tiempo de su angustia me dicen: ¡Levántate y líbranos!


Pero, ¿dónde están los ʼelohim que te hiciste? Que se levanten y te salven ellos en el tiempo de tu aflicción. Pues como el número de tus ciudades, oh Judá, así fue el número de tus ʼelohim.


Tú pues, esclavo mío Jacob, no temas, dice Yavé, ni te atemorices, Israel. Porque ciertamente Yo te salvo del país remoto, a ti y a tu descendencia, de la tierra de cautividad. Jacob regresará, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien lo espante.


A ustedes, los que pasan, ¿no les importa esto? Consideren y miren si hay dolor como el mío, El cual me fue severamente impuesto, El cual Yavé me infligió el día de su ira.


¿Cómo te consolaré? ¿A qué te compararé, oh hija de Jerusalén? ¿A qué te compararé para consolarte, Oh hija de Jerusalén? Porque tu ruina es tan grande como el mar, ¿Quién puede sanarte?


La iniquidad de la hija de mi pueblo Es mayor que el pecado de Sodoma, La cual fue arrasada en un instante Y no hubo manos que la ayudaran.


Miguel, el gran arcángel que respalda a los hijos de tu pueblo se levantará en aquel tiempo. Será tiempo de angustia, como nunca hubo desde cuando existen las naciones hasta entonces. Pero en aquel tiempo tu pueblo será libertado, todos los que se hallen inscritos en el rollo.


Él cumplió la Palabra que habló contra nosotros y contra nuestros gobernantes. Trajo sobre nosotros tan grande calamidad, porque nunca se hizo bajo el cielo algo semejante a lo que se hizo contra Jerusalén.


Los hijos de Judá y de Israel se unirán y designarán un solo caudillo. Subirán de la tierra, porque grande es el día de Jezreel.


¡Ay por ese día, porque el día de Yavé está cerca! ¡Ya llega como devastación de ʼEL-Shadday!


Escuchen esto, oh ancianos, escuchen todos, habitantes de la tierra. ¿Sucedió esto en sus días o en los días de sus antepasados?


Yavé da su voz ante su ejército. Su campamento es muy grande, poderoso el que ejecuta su Palabra. ¡Porque grande y terrible es el día de Yavé! ¿Quién lo podrá soportar?


El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que llegue el día grande y terrible de Yavé.


Y ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero? ¿Te sorprendió el dolor como a mujer que da a luz?


Escuché y se conmovieron mis órganos internos. A su voz temblaron mis labios. Pudrición entró en mis huesos Y dentro de mí me estremezco. Pero debo estar tranquilo el día de la adversidad, Cuando suba el pueblo que nos invadirá con sus tropas.


Será un día conocido por Yavé, que no será día ni noche, pero al llegar la noche, habrá luz.


Porque ciertamente viene el día ardiente como un horno, cuando todos los altivos y todos los perversos serán estopa. Aquel día que viene los quemará, y no quedará de ellos raíz ni rama, dice Yavé de las huestes.


Porque aquellos días serán una tribulación como no hubo desde el principio de la creación que Dios hizo, hasta ahora y que de ningún modo haya jamás.


El sol se convertirá en oscuridad, y la luna en sangre antes que venga el día grande y glorioso del Señor.


Así todo Israel será rescatado, como está escrito: El Libertador vendrá de Sion, y quitará la impiedad de Jacob.


Porque llegó el gran día de la ira de ellos, y ¿quién puede sostenerse en pie?


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