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Jeremías 20:12 - Palabra de Dios para ti 2022

12 Oh Yavé de las huestes. Tú escudriñas al justo y ves la mente y el corazón. Permite que yo vea tu venganza de ellos, pues a Ti expuse mi causa.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

12 Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he encomendado mi causa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Oh Señor de los Ejércitos Celestiales, tú pruebas a los justos y examinas los secretos y los pensamientos más profundos. Permíteme ver tu venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Yavé, Señor, tus ojos están pendientes del hombre justo. Tú conoces las conciencias y los corazones, haz que vea cuando te desquites de ellos, porque a ti he confiado mi defensa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 ¡Oh YHVH Sebaot, que pruebas al justo, escudriñando los riñones y el corazón! Haz que vea tu venganza en ellos, Porque a ti he expuesto mi causa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Yahveh Sebaot, juez justo, que sondeas el corazón y las entrañas, vea yo tu venganza contra ellos, pues a ti encomiendo mi causa.

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Jeremías 20:12
26 Referans Kwoze  

El rey Joás no se acordó de la misericordia que Joiada, padre de Zacarías, tuvo con él, sino asesinó a su hijo, quien al morir exclamó: ¡Yavé lo vea y lo demande!


Yavé prueba al justo, Pero su alma aborrece al perverso Y al que ama violencia.


Escudríñame, oh ʼEL, y conoce mi corazón. Pruébame y conoce mis ansiosos pensamientos,


Tú probaste mi corazón. Me visitaste de noche, Me pasaste por el crisol y nada inicuo hallaste. Resolví que mi boca no cometa transgresión.


Porque me libraste de toda angustia Y mis ojos vieron la ruina de mis enemigos.


El justo se alegrará cuando vea la venganza. Lavará sus pies en la sangre del perverso.


Mi ʼElohim, con su misericordia saldrá a encontrarme. ʼElohim hará que yo vea mi deseo en mis adversarios.


Oh pueblo, confíen en Él en todo tiempo. Derramen su corazón ante Él. ʼElohim es nuestro Refugio. Selah


¡Acábese la perversidad de los perversos, Y sea el justo firmemente establecido! Porque es justo el ʼElohim que prueba el corazón Y lo más íntimo de mi personalidad.


Oh ʼAdonay, alegra el alma de tu esclavo, Porque a Ti levanto mi alma.


Así que Ezequías recibió la carta de mano de los mensajeros y la leyó. Después Ezequías subió a la Casa de Yavé y la extendió ante Yavé.


Yo chillaba como un ave zancuda o como golondrina. Gemía como paloma. Mis ojos lloraban y miraban hacia lo alto: ¡Oh Yavé, estoy angustiado! ¡Asume responsabilidad por mí!


¡Oh Yavé de las huestes! Tú, Quien juzgas con justicia y escudriñas la mente y el corazón: Vea yo tu venganza de ellos, porque ante Ti expongo mi causa.


Porque mi heredad fue para mí como león en la selva. Dio su rugido contra mí. Por tanto la aborrecí.


Yo, Yavé, escudriño el corazón y pruebo la mente para dar a cada uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus obras.


Que se avergüencen los que me persiguen, pero que no me avergüence yo. Que se aterroricen ellos, y no me aterrorice yo. Trae el día malo sobre ellos, y destrúyelos con doble quebranto.


Cuando era insultado, no replicaba. Cuando padecía, no amenazaba, sino se encomendaba al que juzga justamente.


Por tanto los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador y hagan lo bueno.


¡Oh cielo, regocíjate con respecto a ella! ¡También los santos, los apóstoles y los profetas, porque Dios decidió el juicio de ustedes contra ella!


A sus hijos mataré con pestilencia. Todas las iglesias sabrán que Yo soy el que escudriña el aspecto más íntimo de la personalidad y los corazones, y les daré a cada uno de ustedes según sus obras.


Clamaban a gran voz y preguntaban: ¿Oh Soberano, Santo y Verdadero, hasta cuándo no juzgas a los que viven en la tierra y vengas nuestra sangre?


Pero Ana respondió: No, ʼadón mío. Yo soy una mujer de espíritu afligido. No bebí vino ni licor fuerte, sino derramo mi alma delante de Yavé.


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