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Génesis 48:10 - Palabra de Dios para ti 2022

10 Los ojos de Israel estaban debilitados a causa de la vejez y casi no podía ver. Así pues, los hizo acercarse, los besó y los abrazó.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y los ojos de Israel estaban tan agravados por la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él les besó y les abrazó.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Jacob casi había perdido la vista debido a su avanzada edad y apenas podía ver. Entonces José le acercó a los muchachos, y Jacob los besó y los abrazó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Israel tenía los ojos debilitados por la vejez y no podía ver. Cuando José se los acercó, él los abrazó y los besó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y los ojos de Israel estaban pesados a causa de la vejez, y casi no podía ver. Así pues, los hizo acercarse y los besó y los abrazó.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Los ojos de Israel se habían debilitado por la vejez y no podía ver. José se los acercó, y él los besó y abrazó.

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Génesis 48:10
13 Referans Kwoze  

Aconteció que Isaac envejeció y sus ojos se debilitaron hasta no ver. Entonces llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Aquí estoy.


Él se acercó y lo besó, y al oler Isaac el aroma de sus ropas, lo bendijo: Aquí está el aroma de mi hijo, Como el aroma del campo que Yavé bendijo.


Temprano por la mañana Labán se levantó, besó a sus hijos y a sus hijas y los bendijo. Luego salió y regresó a su lugar.


Besó a todos sus hermanos y lloró sobre ellos. Después sus hermanos hablaron con él.


Israel dijo a José: No esperaba ver tu rostro, y fíjate, ʼElohim me concedió ver también a tus hijos.


Al ver Israel a los hijos de José, preguntó: ¿Quiénes son estos?


Entonces él dejó los bueyes, fue corriendo tras Elías y dijo: Besaré ahora a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Él le dijo: Vé, regresa. Pues, ¿qué te hice yo?


El día cuando tiemblen los guardianes de la casa, Se encorven los hombres fuertes, Cesen las que muelen porque disminuyeron, Y se enturbien los que miran por las celosías.


En verdad la mano de Yavé no se acortó para salvar, ni su oído se endureció para no escuchar.


Priva de sensibilidad el corazón de este pueblo, y que sus oídos se endurezcan y sus ojos se cieguen, no sea que miren con sus ojos, escuchen con sus oídos, entiendan con su corazón, se conviertan y sean sanados.


Tenía Moisés la edad de 120 años cuando murió. Sus ojos nunca se oscurecieron, ni se debilitó su vigor.


Por ese tiempo aconteció que mientras Elí estaba acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver,


Elí tenía 98 años de edad y sus ojos estaban ya fijos, pues no podía ver.


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