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Éxodo 3:2 - Palabra de Dios para ti 2022

2 Entonces el Ángel de Yavé se le apareció en una llama de fuego en medio de una zarza. Él vio que la zarza ardía con fuego, pero no se consumía.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Allí el ángel del Señor se le apareció en un fuego ardiente, en medio de una zarza. Moisés se quedó mirando lleno de asombro porque aunque la zarza estaba envuelta en llamas, no se consumía.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Entonces fue cuando el Angel de Yavé se presentó a él, como una llama ardiente en medio de una zarza. Moisés estuvo observando: la zarza ardía, pero no se consumía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Entonces el ángel de YHVH se le apareció en una llama de fuego en medio de la zarza.° Y él miró, y vio que la zarza ardía en el fuego, pero la zarza no se consumía.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Se le apareció el ángel de Yahveh en una llama de fuego, en medio de una zarza. Observó Moisés que la zarza ardía, pero no se consumía.

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Éxodo 3:2
29 Referans Kwoze  

Pero ʼElohim oyó la voz del muchacho. El Ángel de ʼElohim llamó a Agar desde el cielo y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque ʼElohim oyó la voz del muchacho en donde está.


Pero el Ángel de Yavé lo llamó desde el cielo: ¡Abraham! ¡Abraham! Y él respondió: ¡Aquí estoy!


El Ángel que me libra de todo mal, Bendiga a estos jóvenes. Sea perpetuado en ellos mi nombre, Y el nombre de mis antepasados Abraham e Isaac, Y aumenten hasta ser una multitud en medio de la tierra.


Ordenaste que los hombres cabalgaran sobre nuestras cabezas. Pasamos por el fuego y por el agua. Pero luego nos sacaste a la abundancia.


Toda la Montaña Sinaí humeaba, porque Yavé descendió sobre ella en fuego. Su humo subía como el humo de un horno, y toda la Montaña se estremecía muchísimo.


Mira, Yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que preparé.


La apariencia de la gloria de Yavé en la cumbre de la Montaña era como fuego consumidor ante los ojos de los hijos de Israel.


Vé, reúne a los ancianos de Israel y diles: Yavé, ʼElohim de sus antepasados, de Abraham, Isaac y Jacob, me apareció y me dijo: En verdad los visité y vi lo que se les hace en Egipto.


Cuando pases por las aguas Yo estaré contigo. La corriente no te anegará. Cuando andes por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti.


Él fue angustiado en toda angustia de ellos. El Ángel de su Presencia los salvó. Por su amor y su clemencia los redimió, y los cargó todos los días de la antigüedad.


Los sátrapas, prefectos, gobernadores y altos oficiales del rey se reunieron alrededor y vieron que el fuego no hizo daño a aquellos varones. Ni siquiera los cabellos de sus cabezas estaban chamuscados, sus ropas estaban intactas y no tenían olor de fuego.


Oh espada, dice Yavé de las huestes, levántate contra mi Pastor y el compañero mío. Hiere al Pastor, y las ovejas serán dispersadas. Volveré mi mano contra los pequeños.


Ciertamente, Yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de Mí. Y vendrá súbitamente a su Casa el ʼAdón a Quien ustedes buscan, el Ángel del Pacto, a Quien ustedes desean. Ciertamente viene, dice Yavé de las huestes.


Pero en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no leyeron ustedes en el rollo de Moisés lo de la zarza, cómo Dios le habló? Yo soy el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.


Aún Moisés reveló en el pasaje de la zarza, que los muertos resucitan, cuando llama al Señor: el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.


El Verbo se encarnó y vivió entre nosotros. Contemplamos la gloria del Unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad.


Lo imposible para la Ley por cuanto era débil por causa de la carne, Dios lo resolvió al enviar a su propio Hijo en semejanza de cuerpo pecaminoso como ofrenda por el pecado. Así pronunció sentencia en el cuerpo contra el pecado,


Con lo mejor de la tierra y lo que hay en ella. Y el favor de Aquél que estuvo en la zarza Llegue sobre la cabeza de José, Y sobre la coronilla del príncipe de sus hermanos.


Yavé los tomó a ustedes y los sacó del horno de hierro de Egipto para que sean el pueblo de su herencia, como son hoy.


y a ustedes, que son afligidos, les da reposo con nosotros en la manifestación del Señor Jesús desde el cielo con ángeles de su poder,


El Ángel de Yavé respondió a Manoa: Tu esposa pondrá atención a todo lo que Yo le dije:


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