4 Entonces el rey dijo: ¿Quién está en el patio? Y Amán entraba en ese momento en el patio exterior del palacio del rey para proponer al rey que colgara a Mardoqueo en la horca que él le preparó.
4 Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio exterior de la casa real, para hablarle al rey para que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.
4 —¿Quién está en el patio exterior? —preguntó el rey. Resulta que Amán acababa de llegar al patio exterior del palacio para pedirle al rey que atravesara a Mardoqueo en el poste que había preparado.
4 Entonces dijo el rey: '¿Quién anda en el patio?» Precisamente en ese momento Amán atravesaba el patio exterior del palacio real para ir a pedir al rey que mandara ahorcar a Mardoqueo de la horca que había preparado para éste.
4 Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? (Y Amán estaba entrando en el patio exterior de la casa del rey para proponer al rey que hiciera colgar a Mardoqueo en el madero que él le había preparado.)
4 Prosiguió el rey: '¿Quién está en el atrio?'. Amán había venido al atrio exterior del palacio real, para pedir al rey que hiciera colgar a Mardoqueo de la horca que le había preparado.
Todos los servidores del rey y la gente de las provincias del rey, saben que para cualquier persona, sea hombre o mujer, que entre al patio interior del rey sin ser llamado, hay una sola ley: Debe morir, excepto aquél a quien el rey extienda el cetro de oro para que viva. Y yo no fui llamada para ir ante el rey en estos 30 días.
Al tercer día sucedió que Ester vistió sus atavíos reales y se presentó en el patio interior del palacio del rey, frente a la cámara real. El rey estaba sentado en su trono real, frente a la entrada principal del palacio.
Entonces su esposa Zeres y todos sus amigos le dijeron: Manda a preparar una horca alta, de 22,5 metros, y por la mañana dí al rey que cuelgue a Mardoqueo en ella. Después vé alegre con el rey al banquete. La propuesta agradó a Amán, y preparó la horca.
Harbona, uno de los servidores del palacio que estaban en presencia del rey, dijo: ¡Ahí está precisamente colocada en casa de Amán una horca de 22,5 metros de altura, la cual preparó Amán para Mardoqueo, quien habló en provecho del rey! Y el rey ordenó: ¡Cuélguenlo en ella!