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Esdras 7:6 - Palabra de Dios para ti 2022

6 Esdras subió de Babilonia, donde era escriba diestro de la Ley de Moisés dada por Yavé ʼElohim de Israel. El rey le concedió toda su petición, porque la mano de Yavé su ʼElohim estaba sobre él.

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Biblia Reina Valera 1960

6 este Esdras subió de Babilonia. Era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado; y le concedió el rey todo lo que pidió, porque la mano de Jehová su Dios estaba sobre Esdras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Este Esdras era un escriba muy instruido en la ley de Moisés, la cual el Señor, Dios de Israel, había dado al pueblo de Israel. Él subió de Babilonia a Jerusalén, y el rey le dio todo lo que pidió, porque la bondadosa mano del Señor su Dios estaba sobre él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Era un escriba muy instruido en la Ley que Yavé Dios de Israel había ordenado por medio de Moisés. Como Yavé su Dios estaba con él, el rey le concedió todo lo que le pedía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Este Esdras subió° de Babilonia, donde era diestro escriba de la Ley de Moisés dada por YHVH Dios de Israel, y el rey le concedió toda su petición, según la mano de YHVH su Dios era sobre él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 subió de Babilonia. Esdras era un escriba versado en la ley que Yahveh, Dios de Israel, había dado a Moisés. Y como la mano de Yahveh, su Dios, estaba con él, el rey le concedió todo cuanto le había pedido.

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Esdras 7:6
40 Referans Kwoze  

Y dijo: Ya no será tu nombre Jacob, sino Israel, porque luchaste con ʼElohim y con los hombres, y venciste.


Pero la mirada de ʼElohim estaba sobre los ancianos de los judíos, y no los obligaron a interrumpir el trabajo hasta que el asunto fuera al rey Darío y éste diera instrucciones por carta.


Celebraron con regocijo la fiesta de los Panes sin Levadura durante siete días, porque Yavé los alegró y dispuso en su favor el corazón del rey de Persia para fortalecer sus manos en la obra del Templo de ʼElohim, el ʼElohim de Israel.


Y por mí, el rey Artajerjes, es dada orden a todos los tesoreros de Mas Allá del Río, para que todo lo que les pida el sacerdote Esdras, erudito de la Ley del ʼElohim del cielo, sea dado con toda diligencia:


y extendió hacia mí su misericordia ante el rey, sus consejeros y los poderosos gobernadores del rey! Así la mano de Yavé mi ʼElohim me fortaleció para que reuniera a los jefes de Israel a fin de que subieran conmigo.


hijo de Abisúa, hijo de Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, el primer sacerdote:


Pues el primero del mes primero fue el inicio del regreso de Babilonia, y el primero del mes quinto llegó a Jerusalén, según la bondadosa mano de su ʼElohim sobre él.


Éstos son los jefes de las casas paternas y la genealogía de los que subieron conmigo desde Babilonia en el reinado del rey Artajerjes:


Según la bondadosa mano de nuestro ʼElohim sobre nosotros, nos trajeron a un varón entendido de los hijos de Mahli, descendiente de Leví, hijo de Israel, y a Serabías con sus hijos y sus hermanos: 18;


Tuve vergüenza de pedir infantería y caballería al rey para que nos protegiera del enemigo en el camino. Por tanto hablamos al rey: La mano de nuestro ʼElohim está a favor de todos los que lo buscan, pero su poder y su ira están contra todos los que lo abandonan.


Entonces salimos del río Ahava el 12 del mes primero para ir a Jerusalén. La mano de nuestro ʼElohim estaba sobre nosotros. Nos libró de la mano del enemigo y las emboscadas en el camino.


Estos estaban en los días de Joyaquim, hijo de Jesuá, hijo de Josadac, y en los días del gobernador Nehemías y del sacerdote y escriba Esdras.


y sus hermanos Semaías, Azarael, Milalay, Gilalay, Maay, Natanael, Judá, Hanani, con los instrumentos musicales de David, varón de ʼElohim. El escriba Esdras marchaba al frente de ellos.


Me levanté de noche y tomé a unos pocos hombres. A nadie declaré lo que mi ʼElohim puso en mi corazón para hacer por Jerusalén. No había alguna bestia conmigo, excepto el animal en el cual cabalgaba.


Les declaré cómo la mano de mi ʼElohim fue buena sobre mí, y también las palabras que me dijo el rey. Entonces respondieron: ¡Levantémonos y reedifiquemos! De este modo dispusieron sus manos para lo bueno.


y también una carta para Asaf, guarda del bosque del rey, con el propósito de que me dé madera para enmaderar las puertas de la ciudadela que está junto al Templo, el muro de la ciudad y la casa en la cual yo estaré. El rey me lo concedió, de acuerdo con la benéfica mano de mi ʼElohim.


Sucedió que cuando nuestros enemigos supieron que fuimos advertidos, ʼElohim desbarató sus planes. Y todos nosotros pudimos regresar al muro, cada uno a su trabajo.


Todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que estaba frente a la puerta de las Aguas. Le pidieron a Esdras, el escriba, que llevara el Rollo de la Ley de Moisés que Yavé ordenó a Israel.


Al día siguiente los jefes de las casas paternas de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas se reunieron con el escriba Esdras para profundizar en las Palabras de la Ley.


El escriba Esdras se ubicó sobre un estrado de madera que hizo para el acontecimiento. Junto a él a su derecha estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías, y a su izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam.


Mientras escuchaba las Palabras de la Ley, todo el pueblo lloraba. Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Esdras y los levitas que explicaban al pueblo, les dijeron: Hoy es día santo para Yavé su ʼElohim. No se lamenten ni lloren. Porque todo el pueblo lloraba al oír las Palabras de la Ley.


Luego descendiste a la montaña Sinaí Y hablaste con ellos desde el cielo. Les diste Preceptos justos y Leyes verdaderas, Estatutos y Mandamientos buenos.


Que ellos entiendan que ésta es tu mano, Que Tú, oh Yavé, hiciste esto.


Él declara sus Palabras a Jacob, Sus Estatutos y Ordenanzas a Israel.


Rebosa mi corazón palabra buena. Dirijo al Rey mi canto. Mi boca es como pluma de experto escriba.


Así no nos apartaremos de Ti. Revívemos e invocaremos tu Nombre.


Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus sendas.


¿Por qué cuando Yo vengo no hay alguien y cuando llamo nadie responde? ¿Se acortó mi mano para redimir? ¿No tengo ya fuerza para salvar? En verdad, por mi reprensión se seca el mar. Convierto los ríos en desierto. Sus peces mueren de sed y hieden por la falta de agua.


En verdad la mano de Yavé no se acortó para salvar, ni su oído se endureció para no escuchar.


¿Cómo dicen: Somos sabios, la Ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la pluma engañosa del escriba la convirtió en mentira.


Él les dijo: Por esto, todo el que ha adquirido conocimientos profundos sobre el reino celestial es semejante a un padre de familia que saca cosas nuevas y cosas viejas de su tesoro.


Los escribas y los fariseos se sientan en la cátedra de Moisés.


Enséñenles a guardar todas las cosas que les he mandado. Y ciertamente Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la era.


¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el polemista de este mundo? ¿Dios no transformó la sabiduría del mundo en necedad?


Además, hermanos, les declaro las Buenas Noticias que les prediqué, las cuales recibieron, y en ellas están firmes.


Sucederá que si escuchas atentamente la voz de Yavé tu ʼElohim para guardar y practicar todos sus Mandamientos que yo te ordeno hoy, también Yavé tu ʼElohim te exaltará por encima de todas las naciones de la tierra.


Miren, yo les enseñé Estatutos y Ordenanzas, tal como Yavé mi ʼElohim me mandó, para que hagan así en la tierra a donde van a entrar a poseerla.


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