Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Daniel 8:2 - Palabra de Dios para ti 2022

2 En esa visión yo estaba junto al río Ulai en Susa, la capital, en la provincia de Elam.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 En esta visión me encontraba en la fortaleza de Susa, en la provincia de Elam, de pie junto al río Ulai.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Durante esa visión vi la ciudadela de Suza, en la provincia de Elam; en esa visión me encontraba a orillas del río Ulay, y miraba desde allí.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Contemplaba en la visión que me encontraba en la ciudadela de Susa, en la provincia de Elam, y en la visión yo estaba junto al río Ulai.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Estaba yo mirando durante la visión, y me pareció hallarme en Susa, la fortaleza, situada en la provincia de Elam. Advertí en la visión que me encontraba a orillas del Ulay.

Gade chapit la Kopi




Daniel 8:2
24 Referans Kwoze  

Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.


Aconteció en los días de Amrafel, rey de Sinar, Arioc, rey de Elasar, Quedorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de los Goyim,


Palabras de Nehemías, hijo de Hacalías. Aconteció el mes de Kislev del año 20, que cuando yo estaba en Susa, la ciudadela,


cuando el rey se sentó en el trono real en la capital que estaba en Susa,


Cuando se divulgó la orden del rey y su edicto, aconteció que muchas doncellas fueron reunidas en la capital Susa, bajo la custodia de Hegai. Ester también fue llevada al palacio real, al cuidado de Hegai, guardián de las mujeres.


Los mensajeros salieron con prisa por mandato del rey, pues el edicto fue promulgado en Susa, la capital. El rey y Amán se sentaron a beber, mientras la ciudad de Susa estaba perpleja.


Ester dijo: ¡El adversario y enemigo es este perverso Amán! Y Amán quedó aterrorizado delante del rey y de la reina.


Después, Mardoqueo salió de la presencia del rey con atavíos reales de colores azul y blanco, con una gran corona de oro y un manto de lino fino blanco y púrpura. Y la ciudad Susa lo aclamó y se regocijó.


En aquel día, cuando el rey obtuvo el recuento de los muertos en la ciudad Susa,


Los judíos que residían en Susa se reunieron también el día 14 del mes de Adar y mataron a 300 hombres en Susa, pero no pusieron las manos sobre el despojo.


También acontecerá en aquel día que ʼAdonay volverá a levantar su mano para recuperar el remanente de su pueblo que aún esté en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Persia, Caldea, Hamat y en las islas del mar.


Una visión dura me fue mostrada: El traidor traiciona, el destructor destruye. ¡Sube, Elam! ¡Asedia, Media! ¡Aplaqué todo gemido!


a todos los reyes de Zimri; a todos los reyes de Elam y los reyes de Media;


El año 30, el cuarto mes, a cinco días del mes, aconteció que al estar yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, los cielos fueron abiertos y vi visiones de ʼElohim.


Ahí está Elam con toda su multitud alrededor de su sepulcro, todos ellos asesinados a filo de espada, quienes bajaron incircuncisos a las partes más bajas de la tierra. Ellos impusieron su terror en la tierra de los vivientes y llevaron su desgracia con los que bajan al sepulcro.


El día 24 del mes primero yo estaba en la orilla del gran río Hidequel.


En cuanto a mí, Daniel, se me turbó el espíritu a causa de esto, y las visiones de mi cabeza me alarmaban.


Daniel habló: Yo miraba en mi visión nocturna y vi que los cuatro puntos cardinales del cielo se desataban sobre el gran mar.


El tercer año del reinado del rey Belsasar, yo, Daniel, tuve una visión, después de la anterior.


Alcé los ojos y miré. Ahí estaba un carnero parado frente al río. Aunque tenía dos cuernos largos, uno era más alto que el otro, y el más alto creció posteriormente.


Él les dijo: Oigan ahora mis Palabras: Si hay entre ustedes un profeta, Yo, Yavé, me revelo a él en visión y le hablo en sueños.


Dios habló hace mucho tiempo, muchas veces y de muchas maneras a los antepasados por medio de los profetas.


Así vi en la visión los caballos y sus jinetes. Tenían corazas de color fuego, jacinto y azufre. Las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones. De sus bocas salían fuego, humo y azufre.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite