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Daniel 10:16 - Palabra de Dios para ti 2022

16 Pero ciertamente uno que parecía un ser humano tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: ʼadón mío, a causa de la visión me vinieron dolores y no retuve fuerza.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Entonces el que se parecía a un hombre me tocó los labios y abrí la boca y comencé a hablar. Le dije al que estaba de pie frente a mí: —Estoy muy angustiado a causa de la visión que tuve, mi señor, y me siento muy débil.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Pero me tocó los labios un personaje de aspecto humano. Abrí la boca para hablar y dije al que estaba delante de mí: 'Señor mío, esa visión me ha llenado de angustia y me ha descontrolado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Pero he aquí, algo como una semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me quedan fuerzas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Entonces, uno que tenía apariencia humana tocó mis labios. Abrí la boca, hablé y dije al que estaba delante de mí: 'Señor mío, durante la visión sentí grandes dolores y he quedado exhausto.

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Daniel 10:16
29 Referans Kwoze  

Entonces Moisés dijo a Yavé: Te ruego, ʼAdonay: No soy elocuente, ni desde ayer, ni desde antes, ni desde cuando Tú hablas a tu esclavo, pues soy torpe de lenguaje y lento de lengua.


Pero él respondió: Te ruego, ʼAdonay. Envía por medio del que quieras enviar.


Porque en la mucha sabiduría hay mucha frustración, Y el que añade conocimiento añade dolor.


Tocó mi boca con él y dijo: Mira, esto toca tus labios. Tu culpa es quitada es y tu pecado perdonado.


Luego Yavé extendió su mano. Tocó mi boca y me dijo: Mira, pongo mis Palabras en tu boca.


Sobre la expansión que tenían encima de sus cabezas había algo que tenía la apariencia de una piedra de zafiro, que parecía un trono, y sobre la semejanza de trono, una apariencia de hombre encima de él.


Pero cuando Yo te hable, abriré tu boca y les dirás: ʼAdonay Yavé dice: El que oye, que escuche y el que rechaza, que rechace, porque ellos son una casa rebelde.


Al llegar la noche, antes de llegar el fugitivo, la mano de Yavé estuvo sobre mí y abrió mi boca antes que llegara la mañana siguiente. Al abrir mi boca, ya no estuve callado.


Yo escuché, pero no entendí. Y dije: ʼadón mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?


Pero Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, quedó pasmado un buen rato, y sus pensamientos lo turbaron. Entonces el rey habló: Beltsasar, no te turbe el sueño ni su interpretación. Beltsasar respondió: ʼadón mío, sea este sueño para los que te aborrecen, y su interpretación para tus enemigos.


En cuanto a mí, Daniel, se me turbó el espíritu a causa de esto, y las visiones de mi cabeza me alarmaban.


En este punto terminó la revelación. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me alarmaron muchísimo y mi semblante palideció, pero guardé el asunto en mi corazón.


Aconteció que mientras yo, Daniel, consideraba la visión y procuraba comprenderla, vi que se colocó delante de mí uno que tenía aspecto de hombre.


Así que fue adonde yo estaba parado. Cuando llegó me postré atemorizado rostro en tierra. Pero él me dijo: Hijo de hombre, entiende que la visión es para el tiempo del fin.


Mientras él hablaba conmigo, me postré en tierra en un profundo adormecimiento. Pero él me tocó y me puso en pie.


Y yo, Daniel, quedé quebrantado y estuve enfermo algunos días. Luego me levanté y atendí los negocios del rey, pero estaba espantado a causa de la visión. No la entendía.


Mientras aún hablaba con Dios, aquel varón Gabriel, a quien miré al principio en la visión, voló hacia mí con rapidez como a la hora del sacrificio de la tarde.


Al instante fue abierta su boca, y su lengua hablaba y bendecía a Dios.


porque Yo les daré palabras de sabiduría que no podrán resistir ni contradecir quienes los adversen.


Tomás respondió: ¡Señor mío y Dios mío!


Él dijo: No. Más bien ciertamente vengo ahora como Capitán de la hueste de Yavé. Y Josué se postró en tierra sobre su rostro y le dijo: ¿Qué dice mi ʼAdonay a su esclavo?


En medio de los siete candelabros vi a Uno semejante al Hijo del Hombre, Quien estaba cubierto de un manto talar y una faja de oro en el pecho.


Entonces Manoa imploró a Yavé: Oh, ʼAdonay, te ruego que el Varón de ʼElohim a Quien enviaste, venga otra vez a nosotros aquí, y nos enseñe qué hacer con el niño que va a nacer.


Gedeón le respondió: ¡Oh, Adón mío! Si Yavé está con nosotros, ¿por qué entonces nos sucedió todo esto? ¿Dónde están todas sus maravillas que nos contaron nuestros antepasados? Dijeron: ¿No nos sacó Yavé de Egipto? Pero ahora Yavé nos desechó y nos entregó en las manos de los madianitas.


Y él le dijo: ¡Ay, ʼAdonay mío! ¿Cómo libraré a Israel? Mire, mi familia es pobre en Manasés, y yo, el menor en la casa de mi padre.


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