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Apocalipsis 9:17 - Palabra de Dios para ti 2022

17 Así vi en la visión los caballos y sus jinetes. Tenían corazas de color fuego, jacinto y azufre. Las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones. De sus bocas salían fuego, humo y azufre.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Así en mi visión, vi los caballos y a los jinetes montados sobre ellos. Los jinetes llevaban puesta una armadura de color rojo fuego, azul oscuro y amarillo. La cabeza de los caballos era como la de un león, y de la boca les salía fuego, humo y azufre ardiente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Así vi a los caballos y a los que los montaban: tenían corazas color fuego, jacinto y azufre; las cabezas de los caballos son como cabezas de leones y de sus bocas sale fuego, humo y azufre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y en la visión vi a los caballos y a los que los montaban, que tenían corazas de fuego, de jacinto° y de azufre; y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Vi en la visión a los caballos y a sus jinetes, que tenían corazas de color de fuego, de jacinto y de azufre. Las cabezas de los caballos eran como cabezas de león y de sus fauces brotaba fuego, humo y azufre.

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Apocalipsis 9:17
16 Referans Kwoze  

Entonces Yavé ordenó que lloviera azufre y fuego desde el cielo sobre Sodoma y Gomorra de parte de Yavé,


También de los de Gad se pasaron a David, a la fortaleza en el desierto, hombres fuertes y valientes, entrenados para la guerra, diestros con el escudo y la lanza, cuyas caras eran como caras de leones. Eran tan ligeros como las gacelas en las montañas.


Hará llover carbones encendidos sobre los perversos, Fuego, azufre y viento abrasador. Tal será la porción de la copa de ellos.


Porque hace tiempo una hoguera profunda y ancha está dispuesta para el rey con abundante leña en Tofet. El soplo de Yavé la enciende como torrente de azufre.


Al llegar la noche, antes de llegar el fugitivo, la mano de Yavé estuvo sobre mí y abrió mi boca antes que llegara la mañana siguiente. Al abrir mi boca, ya no estuve callado.


En esa visión yo estaba junto al río Ulai en Susa, la capital, en la provincia de Elam.


Mientras aún hablaba con Dios, aquel varón Gabriel, a quien miré al principio en la visión, voló hacia mí con rapidez como a la hora del sacrificio de la tarde.


Si alguno quiere dañarlos, un fuego sale de la boca de ellos y devora a sus enemigos. Cuando alguno les quiere hacer daño, tiene que morir de esta manera.


también beberá del vino del furor de Dios, vertido sin mezcla en la copa de su ira, y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero.


La bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que hizo milagros delante de ella, con los cuales engañó a los que recibieron la marca de la bestia y a los que adoran su imagen. Los dos fueron lanzados vivos al lago de fuego encendido con azufre.


El diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego y azufre, donde están la bestia y el falso profeta. Serán atormentados de día y de noche por los siglos de los siglos.


el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.


Pero para los cobardes, incrédulos, repugnantes, asesinos, los que practican inmoralidad sexual, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos, su destino será el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.


Por estas tres plagas, el fuego, el humo y el azufre que salían de sus bocas, murió la tercera parte de los hombres.


y tenían corazas como de hierro. El estruendo de sus alas era como el de muchos carruajes de caballos que corren a una batalla.


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