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1 Pedro 1:3 - Palabra de Dios para ti 2022

3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Quien según su gran misericordia causó que renaciéramos para una esperanza viva por medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,

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Biblia Reina Valera 1960

3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Que toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Es por su gran misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a Jesucristo de los muertos. Ahora vivimos con gran expectación

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, por su gran misericordia. Al resucitar a Cristo Jesús de entre los muertos, nos dio una vida nueva y una esperanza viva.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, el Mesías, que según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por medio de la resurrección de Jesús el Mesías de entre los muertos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Bendito Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos reengendró a una esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,

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1 Pedro 1:3
56 Referans Kwoze  

Bendito sea Yavé ʼElohim de Israel, Quien cumplió con su mano lo que habló por boca de mi padre David:


Después David dijo a toda la congregación: ¡Bendigan ahora a Yavé su ʼElohim! Y toda la congregación bendijo a Yavé ʼElohim de sus antepasados. Se inclinaron y se postraron delante de Yavé y del rey.


Cuando Ezequías y los jefes fueron a ver los montones bendijeron a Yavé y a su pueblo Israel.


¡Bendito sea Yavé el ʼElohim de Israel, Desde la eternidad y hasta la eternidad! ¡Amén y amén!


Pero Tú, ʼAdonay, eres un ʼEL misericordioso y compasivo, Lento para la ira y grande en misericordia y verdad.


Porque Tú, ʼAdonay, eres bueno y perdonador, Grande en misericordia para todos los que te invocan.


Yavé pasó frente a él, y proclamó: Yavé, Yavé, ʼEL misericordioso y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad,


Tus muertos vivirán. Tus cadáveres resucitarán. Ustedes los que están tendidos en el polvo despierten y canten jubilosos. Porque tu rocío es como rocío de la aurora. La tierra dará a luz a sus fallecidos.


Y habló a Yavé: ¡Oh Yavé! ¿No era esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? Por eso huí a Tarsis, porque sabía que Tú eres un ʼEL clemente y misericordioso, lento para la ira y grande en misericordia, y que desistes del mal.


quienes no nacieron de sangres, ni de voluntad corporal, ni de voluntad de hombre, sino de Dios.


Regocíjense en la esperanza, permanezcan firmes en la aflicción, persistan en la conversación con Dios,


El Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que ustedes abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.


Quien se entregó por causa de nuestras transgresiones y fue resucitado a causa de nuestra justificación.


Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo, mucho más después de ser reconciliados seremos salvos por su vida.


Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el que resucitó a Cristo de entre los muertos vivificará también sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que mora en ustedes.


Porque en esperanza fuimos salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, porque ¿qué espera el que ve?


Y ahora permanecen estos tres: la fe, la esperanza, el amor. Pero el mayor de éstos es el amor.


Pero, ¡Cristo fue resucitado de entre los muertos, el Primero de los que durmieron!


Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias y Dios de toda consolación,


A cuantos sigan según esta norma, paz y misericordia sean sobre ellos y sobre el Israel de Dios.


para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él


Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Quien nos bendijo con toda bendición espiritual en los planes celestiales con Cristo,


En Él tenemos la redención por medio de su sangre, la cancelación de las transgresiones según la riqueza de su gracia


Pero Dios, Quien es rico en misericordia, por su gran amor con el cual nos amó


Al que es poderoso para hacer todas las cosas infinitamente más allá de lo que nos atrevemos a pedir o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,


si en verdad permanecen fortalecidos, firmes en la fe y sin moverse de la esperanza de las Buenas Noticias que oyeron, proclamadas en toda la creación debajo del cielo, de las cuales yo, Pablo, soy ministro.


a quienes Dios quiso declarar cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles: que Cristo es en ustedes la esperanza de gloria,


y recordamos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro la obra de su fe, el trabajo del amor, y la perseverancia en la esperanza de nuestro Señor Jesucristo.


Hermanos, no queremos que ignoren en cuanto a los que duermen, para que no se entristezcan como los demás que no tienen esperanza.


El mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios nuestro Padre, Quien nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,


Pero la gracia de nuestro Señor estuvo presente en gran abundancia con fe y amor en Cristo Jesús.


que nos acojamos a la esperanza bienaventurada y la aparición de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,


pero Cristo como Hijo fue fiel sobre su casa, la cual somos nosotros, si nos aferramos a la confianza y al enaltecimiento de la esperanza.


Por su voluntad, nos dio a luz por la Palabra de verdad para que seamos primicias de sus criaturas.


Por tanto átense el cinturón de su entendimiento. Sean sobrios. Esperen por completo la gracia que se les traerá cuando se manifieste Jesucristo.


los que por medio de Él son fieles a Dios, Quien lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria para que su fe y esperanza estén en Dios.


No renacieron de una simiente corruptible, sino incorruptible, por medio de la Palabra de Dios, que vive y permanece para siempre.


Deseen como bebés recién nacidos la leche espiritual no adulterada para que por medio de ella crezcan en la salvación,


Santifiquen al Señor Dios en sus corazones. Estén siempre preparados para defender con mansedumbre y reverencia ante todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes.


El bautismo en agua, como figura de esa realidad, nos salva, no porque quita las impurezas del cuerpo, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios, por la resurrección de Jesucristo,


Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, y estaban sometidas a sus esposos,


Cuando sepan que Él es justo, saben también que todo el que hace justicia nació de Él.


Todo el que tiene esta esperanza en Él se purifica como Él es puro.


Todo el que nació de Dios no practica pecado, porque la misma descendencia permanece en él, y no puede pecar, porque nació de Dios.


Amados, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios. Todo el que ama, nació de Dios y conoce a Dios.


Todo el que cree que Jesús es el Cristo, fue engendrado por Dios. Todo el que ama al que engendró, ama al que fue engendrado por Él.


Sabemos que todo el que fue engendrado por Dios no tiene la práctica de pecar, pues lo guarda el que fue engendrado por Dios, y el maligno no se apodera de él.


Porque todo lo nacido de Dios vence al mundo, y esta es la victoria que venció al mundo: nuestra fe.


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