Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





1 Juan 3:1 - Palabra de Dios para ti 2022

1 ¡Consideren qué glorioso amor nos dio el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios! ¡Y somos! Por esto no nos conoce el mundo, porque no lo conoció a Él.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Miren qué amor tan singular nos ha tenido el Padre: que no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Mirad qué clase de° amor! El Padre nos ha concedido que seamos llamados hijos de Dios,° y lo somos;° por esto no nos conoce el mundo, porque tampoco lo conoció a Él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Ved qué gran amor nos ha dado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios. ¡Y lo somos! Por eso no os conoce el mundo, porque no lo conoció a él.

Gade chapit la Kopi




1 Juan 3:1
33 Referans Kwoze  

Aún te pareció insignificante esto, oh ʼAdonay Yavé. Hablaste también acerca de la casa de tu esclavo en un lejano futuro. ¡Oh ʼAdonay Yavé, cuán grande designio para un hombre!


¡Cuán grande es tu bondad Que guardaste para los que te temen, Que obraste para los hijos de los hombres que en Ti confían!


Entonces me dije: ¿Cómo los pondré a ustedes entre mis hijos para darles la tierra agradable, la más hermosa heredad de las naciones? Y dije: Me llamarás Padre mío y no te apartarás de Mí.


Sin embargo, el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar donde les fue dicho: Ustedes no son mi pueblo, se les dirá: Son hijos del ʼEL que vive.


Porque ni siquiera pueden morir, ya que son como ángeles. Al ser hijos de la resurrección son hijos de Dios.


Pero a los que creen en su Nombre, los que lo recibieron, les dio potestad de ser hijos de Dios,


y no solo por la nación, sino también para congregar en uno a los dispersados hijos de Dios.


Pero todas estas cosas les harán por causa de mi Nombre, porque no conocieron a Quien me envió.


Harán esto porque no conocieron al Padre ni a Mí.


Padre justo, el mundo no te conoció, pero Yo te conocí. Y éstos entendieron que Tú me enviaste.


Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca, sino tenga vida eterna.


Pero Dios demuestra su amor hacia nosotros, porque cuando éramos aún pecadores, Cristo murió por nosotros.


La creación espera con ardiente anhelo la manifestación de los hijos de Dios.


de que también la misma creación sea liberada de la esclavitud a la corrupción hacia la libertad gloriosa de los hijos de Dios.


El que no nos negó a su propio Hijo, sino lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará abundantemente todas las cosas con Él?


Y seré para ustedes Padre, y ustedes serán para Mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.


porque todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.


Si ustedes son de Cristo, entonces son descendencia de Abraham, herederos según la promesa.


Ustedes son hijos de Yavé su ʼElohim. No sajarán sus cuerpos ni se rasurarán la frente de sus cabezas por causa de un muerto,


Porque murieron y su vida fue escondida con Cristo en Dios.


En esto son conocidos los hijos de Dios y los hijos del diablo: Todo el que no practica justicia no es de Dios. Tampoco es de Dios el que no ama a su hermano.


Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se manifiesta lo que seremos, pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos como Él es.


En esto el amor fue perfeccionado entre nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio: que como Él es, así somos nosotros en este mundo.


El que venza heredará estas cosas. Seré su Dios, y él será mi hijo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite