Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





1 Juan 2:16 - Palabra de Dios para ti 2022

16 Porque todo lo que hay en el mundo: el deseo ardiente del cuerpo, el deseo ardiente de los ojos y la soberbia de la vida, no es del Padre, sino del mundo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo;

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Pues toda la corriente del mundo -la codicia del hombre carnal, los ojos siempre ávidos, y la arrogancia de los ricos- nada viene del Padre, sino del mundo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Porque todo lo que hay en el mundo: la codicia de la carne,° la codicia de los ojos,° y la soberbia de la vida,° no viene del Padre, sino del mundo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 porque todo lo que hay en el mundo -los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la jactancia de la opulencia- no proviene del Padre, sino que procede del mundo.

Gade chapit la Kopi




1 Juan 2:16
34 Referans Kwoze  

La mujer vio que el árbol era bueno para comer y agradable a los ojos, y que era el árbol deseado para alcanzar conocimiento. Tomó de su fruto y comió. Le dio también a su esposo que estaba con ella, y él comió.


los hijos de ʼElohim vieron que las hijas del hombre eran hermosas, y tomaron para ellos mujeres de entre todas las que les gustaron.


Hice un pacto con mis ojos. ¿Cómo podría entonces fijar mi mirada en una doncella?


Por tanto la arrogancia es su collar. Los envuelve un manto de violencia.


Y en sus corazones tentaron a ʼEL. Pidieron comida según su deseo.


Antes que ellos saciaran su apetito, Cuando la comida estaba en sus bocas,


El Seol y el Abadón no se sacian jamás. Así los ojos del hombre nunca se sacian.


No codicies en tu corazón su hermosura, Ni dejes que te cautive con sus párpados.


y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo mismo edifiqué para residencia real con la fuerza de mi poder para el esplendor de mi majestad?


Alguien llamó aquel lugar Kibrot-hatava, porque allí sepultaron a un pueblo codicioso.


El populacho de extraños que estaba entre ellos tuvo grandes deseos. También los hijos de Israel volvieron a llorar y dijeron: ¿Quién nos dará carne para comer?


Otra vez el diablo lo llevó a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y el esplendor de ellos,


Pero Yo les digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.


Lo subió y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra habitada.


Más bien, vístanse del Señor Jesucristo. No hagan provisión para los deseos apasionados de la naturaleza humana.


Todas esas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, a fin de que no codiciemos cosas malas, como las que ellos codiciaron.


Porque la naturaleza humana desea contra el Espíritu, y el Espíritu contra la naturaleza humana, porque éstos se oponen entre sí para que no hagan las cosas que quieran.


Pues los que son de Cristo crucificaron la naturaleza humana con las pasiones y deseos ardientes.


Entre ellos también todos nosotros en otro tiempo fuimos llevados de acá para allá por los deseos apasionados de nuestra naturaleza humana. Hacíamos la voluntad del cuerpo y de la mente. Éramos por naturaleza hijos de ira, como los demás.


y nos enseñó que, después de apartarnos de la impiedad y de las pasiones mundanas, vivamos sobria, justa y piadosamente en el mundo presente,


Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, desobedientes, extraviados. Éramos esclavos de deseos apasionados y placeres diversos, y vivíamos en malicia y envidia, aborrecibles y nos odiábamos unos a otros.


No es ésta la sabiduría de arriba, sino terrenal, no espiritual, demoníaca.


Pero ahora se enaltecen en sus arrogancias. Todo enaltecimiento de esa clase es malo.


Entre el botín vi un bello manto babilónico, 2,2 kilogramos de plata y una barra de oro de 550 gramos. Los codicié y los tomé. Ahí están escondidos bajo tierra dentro de mi tienda y la plata debajo de ello.


Como hijos obedientes, no se amolden a las antiguas pasiones que tenían en su ignorancia.


Amados, les ruego como a extranjeros y peregrinos, que se abstengan de los ardientes deseos humanos que se enfrentan en batalla contra el alma.


especialmente a los que van detrás de la naturaleza humana con el deseo ardiente de la impureza y desprecian la autoridad. Estos atrevidos y arrogantes no temen blasfemar a los seres gloriosos,


Pues seducen con vanas palabras arrogantes, deseos ardientes del cuerpo y desenfreno a los que acaban de escapar de los que viven en error.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite