1 Corintios 3:7 - Palabra de Dios para ti 2022

⁷ Así que, ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, Quien produce el crecimiento.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ No importa quién planta o quién riega; lo importante es que Dios hace crecer la semilla.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ De modo que el que planta no es algo, ni tampoco el que riega, sino Dios que hace crecer.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que está dando el crecimiento.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Y así lo que cuenta no es el que planta ni el que riega, sino el que produce el crecimiento: Dios.

1 Corintios 3:7 Referans Kwoze

Salmos 115:1

No a nosotros, oh Yavé, No a nosotros, Sino a tu Nombre da gloria, Por tu misericordia y por tu verdad.

Salmos 90:17

Sea la gracia de ʼAdonay nuestro ʼElohim sobre nosotros, Y nos confirme la obra de nuestras manos. ¡Sí, confirma la obra de nuestras manos!

Isaías 40:17

Todas las naciones son como nada delante de Él. Son estimadas como cosa vana.

Isaías 41:29

¡Ciertamente todos ellos son vanidad! ¡Todas sus obras son nada! ¡Viento y vanidad son sus imágenes fundidas!

Daniel 4:35

Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada. Él hace lo que quiere en la hueste del cielo y en los habitantes de la tierra. No hay quien detenga su mano y le pregunte: ¿Qué haces?

Juan 15:5

Yo soy la Vid, ustedes las ramas. El que permanece en Mí, y Yo en él, éste da mucho fruto. Porque separados de Mí nada pueden hacer.

1 Corintios 13:2

Y si tuviera don de profecía y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe para remover montañas, pero no tengo amor, nada soy.

1 Corintios 3:6

Yo planté, Apolos regó, pero Dios produjo el crecimiento.

1 Corintios 3:8

El que planta y el que riega son iguales, aunque cada uno recibirá su salario según su labor.

2 Corintios 12:11

Me volví un insensato. Ustedes me forzaron, porque yo debía ser recomendado por ustedes, pues en nada fui menos que los apóstoles más prominentes, aunque soy nada.

2 Corintios 12:9

Y me dijo: Te basta mi gracia, porque el poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, con muchísimo gusto me enalteceré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.

Gálatas 6:3

Porque si alguno que es nada, supone ser algo, se engaña él mismo.