Salmos 86:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

³ Ten piedad, oh Señor, pues en ti espero continuamente.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ Ten misericordia de mí, oh Jehová; Porque a ti clamo todo el día.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Ten misericordia de mí, oh Señor, porque a ti clamo constantemente.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Tú eres mi Dios; piedad de mí, Señor, que a ti clamo todo el día.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Oh Adonay, ten misericordia de mí, Porque a ti clamo todo el día.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Ten piedad, oh Señor, que te estoy invocando todo el día;

Salmos 86:3 Referans Kwoze

Salmos 25:5

¡Guíame por medio de tu verdad, enséñame! Porque tú eres el Dios que me da salvación; en nadie sino en ti tengo esperanza todo el día.

Salmos 4:1

Responde a mi clamor, Dios mío y defensor mío. Alivia mi pena. Ten piedad de mí; escucha mi oración.

Salmos 41:5

Pero mis enemigos dicen: «Ojalá muera pronto y caiga en el olvido».

Salmos 55:17

Oraré de mañana, al medio día y de noche, suplicándole a Dios; él escuchará.

Salmos 56:1

Señor, ten misericordia de mí; todo el día las tropas enemigas me presionan.

Salmos 57:1

¡Ten compasión de mí, oh Dios, ten compasión de mí; pues en ti confío! Bajo la sombra de tus alas me esconderé hasta que pase la tormenta.

Salmos 88:10

¿De qué valdrán tus milagros cuando esté yo en el sepulcro? ¿Pueden los muertos levantarse a alabarte?

Salmos 88:2

Escucha ahora mi oración; escucha mi súplica,

Salmos 88:9

Los ojos se me nublan de llorar. Cada día te suplico que me ayudes; oh Señor, extiendo mis manos suplicantes pidiendo misericordia.

Lucas 18:7

¿No creen ustedes que Dios hará justicia a los que él ha escogido y que claman a él día y noche? ¿Se tardará él en responderles?

Lucas 2:37

pero entonces quedó viuda y ahora ya tenía ochenta y cuatro años de edad. Nunca salía del templo; se pasaba noche y día adorando a Dios con ayunos y oraciones.

Efesios 6:18

Sobre todo, oren a Dios en todo tiempo. Y cuando lo hagan, sean dirigidos por el Espíritu. Manténganse bien despiertos y vigilantes, y no dejen de orar por todo el pueblo santo de Dios.