Salmos 84:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

³ Hasta los gorriones encuentran casa cerca de tus altares; y la golondrina hace allí su nido, para empollar a sus pequeños; oh Señor Todopoderoso, mi rey y mi Dios.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Hasta el gorrión encuentra un hogar y la golondrina construye su nido y cría a sus polluelos cerca de tu altar, ¡oh Señor de los Ejércitos Celestiales, mi Rey y mi Dios!

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Hasta el pajarillo encuentra casa, y la alondra un nido, donde dejar sus polluelos: cerca de tus altares, Señor Sabaot, ¡oh mi Rey y mi Dios!

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos. En tus altares,° oh YHVH Sebaot, Rey mío y Dios mío.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Mi alma languidece y se consume por los atrios del Señor; mi corazón y mi carne saltan de gozo hacia el Dios vivo.

Salmos 84:3 Referans Kwoze

2 Samuel 15:25

Entonces, siguiendo las instrucciones de David, Sadoc llevó el cofre de regreso a la ciudad. ―Si es la voluntad del Señor —dijo David—, él me permitirá regresar para ver el cofre y el santuario nuevamente. Pero si no, que haga conmigo lo que mejor le parezca.

Salmos 116:7

Ahora puedo descansar, porque el Señor ha sido bueno conmigo.

Salmos 42:3

Día y noche mi pan son mis lágrimas, y mientras tanto mis enemigos se mofan de mí. «¿Dónde está ese Dios tuyo?» dicen burlones.

Salmos 43:4

Allí acudiré al altar de Dios, del Dios que es la fuente de mi gozo, y lo alabaré con mi arpa. ¡Oh Dios, mi Dios!

Salmos 5:2

Escucha mis súplicas, rey mío y Dios mío, porque a ti elevo mi plegaria.

Salmos 90:1

¡Señor, tú has sido nuestro refugio en todas las generaciones!

Salmos 91:1

El que vive al abrigo del Altísimo, descansará bajo la sombra del Todopoderoso.

Mateo 23:37

»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los enviados de Dios! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta a sus polluelos debajo de sus alas, pero no quisiste!

Mateo 8:20

―Las zorras tienen guaridas y las aves nidos —le respondió Jesús—; pero yo, el Hijo del hombre, no tengo ni dónde recostar la cabeza.