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Salmos 80:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Limpiaste el terreno para nosotros, echamos raíces y llenamos la tierra.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Limpiaste sitio delante de ella, E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Limpiaste el terreno para nosotros, y echamos raíces y llenamos la tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Delante de ella despejaste el terreno, echó raíces y repletó el país.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Limpiaste sitio delante de ella, Hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Una vid condujiste desde Egipto: expulsaste naciones para poder plantarla.

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Salmos 80:9
17 Referans Kwoze  

A mi pueblo Israel le he dado un lugar donde pueda vivir tranquilo, sin que nadie les cause daño ni los oprima, como sucedía en la época en que los jueces los gobernaban. Te libraré de todos tus enemigos, y seré yo quien te construya una casa.


En ese tiempo, los pueblos de Israel y Judá eran tan numerosos, como la arena del mar, que no se puede contar. Además, tenían comida y bebidas en abundancia, y todos vivían muy felices.


Durante la vida de Salomón, todo Israel vivió en paz y seguridad; cada familia tenía su casa y su huerto.


Dio una cifra total de habitantes que ascendió a un millón cien mil hombres que podían ir a la guerra, mientras que en Judá habían cuatrocientos setenta mil.


Les entregó las tierras de los gentiles, cosecharon lo que otros habían plantado.


No fue con su espada, ni por su propia fuerza y habilidad que vencieron, sino por tu gran poder y porque tú les sonreíste y los favoreciste.


En aquel día de la liberación de Israel entónese este himno:


Vendrá el tiempo en que Israel echará raíces, retoñará y florecerá llenando toda la tierra con sus frutos».


Y los que han quedado en Judá arraigarán de nuevo en su suelo, florecerán y se multiplicarán,


La aró, le quitó todas las piedras y plantó un viñedo con las más escogidas vides. Edificó una torre para el vigilante y en las rocas cavó un lagar. Estuvo en espera de la vendimia, pero las uvas que se produjeron eran silvestres y agrias, y no dulces como él las esperaba.


Tú los plantas, ellos agarran suelo y sus iniciativas prosperan. Sus ganancias se multiplican y ellos se enriquecen. Dicen: «¡Gracias a Dios!», pero en su corazón no te lo atribuyen a ti.


¿Cómo pudo ocurrir esto? ¿Cómo pudo ser? Porque cuando yo los planté, elegí cuidadosamente la semilla: era la mejor. ¿Por qué te has convertido en esta degenerada raza de malvados, como si procedieran de una malísima semilla?


Envié delante de ustedes avispas para quitarles del paso a los dos reyes de los amorreos y su pueblo. No fue con sus espadas ni con sus arcos con los que obtuvieron ustedes la victoria.


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