Salmos 77:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

³ Pienso en Dios y me lamento, agotado por el ansia de recibir su ayuda.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ Me acordaba de Dios, y me conmovía; Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Pienso en Dios y gimo, abrumado de tanto anhelar su ayuda. Interludio

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ No me acuerdo de Dios sin que no gima, si medito, una duda acosa mi espíritu.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Me acuerdo de ’Elohim, y me conmuevo, Me lamento, y mi espíritu desmaya. Selah

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ En día de pesares busco yo al Señor: mi mano, por la noche, se tiende sin reposo y mi alma rehúsa consolarse.

Salmos 77:3 Referans Kwoze

Génesis 37:35

Toda su familia trató en vano de consolarlo. Pero él decía: «No dejaré de llorar hasta que muera y me reúna con mi hijo». Y seguía llorando.

Job 15:11

El consuelo de Dios, ¿será demasiado insignificante para ti? ¿Es su dulzura demasiado áspera?

Job 31:23

Eso antes que enfrentarme al castigo de Dios. Lo que él manda es lo que más temo, porque si la majestad de Dios fuera en contra mía, ¿qué esperanza habría?

Job 6:4

Porque el Señor me ha derribado con sus flechas: en lo profundo de mi corazón ha clavado sus dardos venenosos. Todos los terrores de Dios militan contra mí.

Job 7:11

»¡Ay, déjame expresar mi angustia. Que dé rienda suelta a la amargura de mi alma!

Salmos 42:11

¿Por qué voy a desarmarme y estar tan triste? Volveré y lo alabaré. ¡Es mi Dios y mi Salvador!

Salmos 42:5

Entonces, ¿por qué desalentarse? ¿Por qué estar desanimado y triste? ¡Espera en Dios! ¡Aún lo alabaré de nuevo! ¡Él es mi Salvador y mi Dios!

Salmos 43:5

¿Por qué voy a desanimarme y a estar triste? ¡Confía en Dios! Nuevamente lo alabaré. ¡Él es mi Dios y mi Salvador!

Salmos 50:15

Confía en mí en tus tribulaciones para que yo te libre y puedas darme la gloria.

Salmos 61:2

Desde los confines de la tierra, clamo a ti pidiendo auxilio pues mi corazón desfallece; llévame a una roca donde esté yo a salvo.

Cantares 3:1

Cierta noche no hallé a mi amado en mi lecho. Me levanté a buscarlo y no pude hallarlo.

Isaías 26:16

Señor, angustiados te buscaron. Cuando les llegó tu castigo, entonces exhalaron su temerosa oración.

Jeremías 17:17

¡Señor, no me abandones! ¡Siempre te he dicho sinceramente lo que siento!

Lamentaciones 3:17

¡Me has quitado la paz! ¡Ya ni siquiera me preocupo por portarme bien!

Lamentaciones 3:39

¿Por qué, pues, nosotros, simples seres humanos, nos quejamos cuando nos castigan por nuestros pecados?