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Salmos 74:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 Oh Dios, ¿por qué nos has desechado para siempre? ¿Por qué arde tu ira contra nosotros, ovejas de tu prado?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Oh Dios, ¿por qué nos has rechazado tanto tiempo? ¿Por qué es tan intensa tu ira contra las ovejas de tu propia manada?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¿Por qué, oh Dios, esos continuos rechazos, y esa ira contra el rebaño de tu redil?

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Maskil de Asaf. Oh ’Elohim, ¿por qué nos has desechado para siempre? ¿Por qué humea tu ira contra las ovejas de tu prado?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Maskil. De Asaf. ¿Por qué Señor, desechas para siempre y humea tu furor contra el rebaño de tus pastos?

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Salmos 74:1
30 Referans Kwoze  

Rechazaré aun a los pocos de mi pueblo que han quedado, y los entregaré como despojo y botín en manos de sus enemigos.


Señor, ¿por qué te retraes y te mantienes alejado? ¿Por qué te ocultas cuando más te necesito?


Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo y ovejas de su prado.


Humo le salió de la nariz. Espantosas llamas salieron de su boca; lanzaba carbones encendidos.


¿Por qué voy a desarmarme y estar tan triste? Volveré y lo alabaré. ¡Es mi Dios y mi Salvador!


«¡Oh Dios, Roca mía!», clamo, «¿por qué me has abandonado? ¿Por qué tengo que sufrir estos ataques de mis enemigos?».


Y sin embargo, por un tiempo, Señor, nos has echado a un lado con deshonra, sin salir con nuestros ejércitos a la batalla.


El Dios de dioses, el Señor, ha convocado a toda la humanidad, desde el oriente hasta el occidente.


¡Oh Dios, tú nos has rechazado y has roto nuestras defensas; te has airado contra nosotros! Señor, restáuranos de nuevo en tu favor.


¿Eres tú, oh Dios, quien nos ha rechazado? ¿Ya no sales con nuestros ejércitos?


¿Me ha rechazado para siempre el Señor? ¿Nunca más me mostrará su buena voluntad?


¿Se habrá acabado para siempre su gran amor? ¿Fallaron para siempre sus promesas?


¡Pueblo mío, oye mis enseñanzas! Abre tus oídos a lo que digo.


Entonces nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu prado, te expresaremos gratitud por los siglos de los siglos, y alabaremos tu grandeza de generación en generación.


Señor, ¿hasta cuándo estarás enojado con nosotros? ¿Para siempre? ¿Hasta cuándo arderán tus celos como fuego?


Por comida, nos has dado tristeza; por bebida, nos has dado lágrimas en abundancia,


¿No volverás a darnos nueva vida, para que tu pueblo se alegre en ti?


porque él es nuestro Dios. Nosotros somos el pueblo al que él vigila, ovejas de su rebaño a las que cuida. ¡Ah, que hoy escucharan ustedes su llamado y acudieran a él!


Pero Moisés le rogó al Señor que no lo hiciera. ―Señor —suplicó—, ¿por qué se ha encendido tanto tu ira contra este tu pueblo, al que sacaste de Egipto con tu gran poder y tan grandes milagros?


¡Y no obstante, oh Señor, tú eres nuestro Padre! Somos la arcilla y tú el alfarero: todos fuimos modelados por tu mano.


¡Son unos desgraciados los pastores que dejan que sus ovejas se pierdan o las dejan abandonadas ante el peligro!, dice el Señor


Así como es imposible que alguien logre medir los cielos y explorar los cimientos de la tierra, también es imposible que yo piense en desecharlos para siempre por causa de sus graves faltas.


¿O nos has rechazado por completo? ¿Vas a mantener para siempre tu cólera contra nosotros?


¡Ustedes son mi rebaño, las ovejas de mi pradera! ¡Ustedes son mi pueblo y yo soy su Dios!, dice el Señor”».


¡Se los aseguro!, dice el Señor Dios, ¡que por cuanto ustedes han abandonado mi rebaño, dejándolo desprotegido y a la intemperie, y no fueron verdaderos pastores, pues no tuvieron cuidado de mis ovejas, sino que se alimentaron ustedes y las dejaron a ellas pasar hambre,


»No tengan miedo, mi pequeño rebaño, porque el Padre de ustedes, en su bondad, quiere darles el reino.


El Señor no lo perdonará. Su ira se encenderá contra aquella persona. Todas las maldiciones escritas en este libro caerán sobre ella y el Señor borrará su nombre de debajo del cielo.


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