Salmos 73:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²⁵ ¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Y en la tierra nada deseo fuera de ti.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁵ ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁵ ¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Te deseo más que cualquier cosa en la tierra.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁵ ¿A quién tengo en los cielos sino a ti? y fuera de ti nada más quiero en la tierra.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁵ ¿A quién tengo yo en los cielos? Y fuera de ti, nada deseo en la tierra.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁵ ¿Qué otro tengo yo en el cielo? Contigo nada ansío yo sobre la tierra.

Salmos 73:25 Referans Kwoze

Salmos 104:34

Deseo que a él le agraden todos estos pensamientos, pues él es la fuente de toda mi alegría.

Salmos 16:11

Me has dejado saborear los gozos de la vida y los exquisitos placeres de tu presencia eterna.

Salmos 16:2

Yo le dije: «Tú eres mi Señor, todo lo bueno que tengo viene de ti».

Salmos 16:5

El Señor es mi herencia, mi copa de bendiciones. Él cuida cuanto es mío.

Salmos 17:15

Pero yo en justicia contemplaré tu rostro; me bastará con verte cuando despierte.

Salmos 37:4

Deléitate en el Señor. Así él te dará lo que tu corazón anhela.

Salmos 43:4

Allí acudiré al altar de Dios, del Dios que es la fuente de mi gozo, y lo alabaré con mi arpa. ¡Oh Dios, mi Dios!

Salmos 63:3

porque tu amor y bondad son para mí mejor que la vida misma! ¡Cuánto te alabo!

Salmos 89:6

Porque ¿quién en todo el cielo puede compararse con el Señor? ¿Qué ángel por más poderoso que sea, puede siquiera parecerse al Señor?

Mateo 10:37

El que ame a su padre o madre más que a mí, no es digno de ser mío; y el que ame a su hijo o hija más que a mí, no es digno de ser mío.

Mateo 5:8

¡Dichosos los que tienen un corazón limpio, porque verán a Dios!

Filipenses 3:8

Es más, todo lo considero una pérdida comparado con el supremo valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo y lo considero basura, con tal de ganar a Cristo

1 Juan 3:2

Sí, amados míos, ahora somos hijos de Dios, y no podemos ni siquiera imaginarnos lo que vamos a ser después. Pero de algo estamos ciertos: que cuando él venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.

Apocalipsis 21:3

Oí entonces que una potente voz gritaba desde el trono: «La casa de Dios está ahora entre los seres humanos, y él vivirá con ellos. Ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos, y será su Dios.