Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Salmos 27:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 ¡Oh, no te ocultes cuando procuro hallarte! Airado, no rechaces a tu siervo. Tú has sido mi auxilio; no me dejes ahora, no me abandones, Dios de mi salvación:

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 No me des la espalda; no rechaces a tu siervo con enojo. Tú siempre has sido mi ayudador. No me dejes ahora; no me abandones, ¡oh Dios de mi salvación!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Es tu rostro, Señor, lo que yo busco, no me escondas tu cara. Con enojo a tu siervo no rechaces; eres tú mi defensa, ¡no me abandones, no me dejes solo, mi Dios y Salvador!'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

9 No escondas tu rostro de mí, Ni rechaces con ira a tu siervo. Has sido mi ayuda, no me dejes ni me desampares, Oh Dios de mi salvación.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 No me ocultes tu rostro ni arrojes a tu siervo con desdén, tú, que eres mi socorro. No me olvides ni abandones, oh Dios, mi salvador.

Gade chapit la Kopi




Salmos 27:9
23 Referans Kwoze  

Luego David se dirigió a Salomón y le dijo: «Salomón, hijo mío, dedícate a conocer al Dios de tus padres; adóralo y sírvele con un corazón limpio y una correcta disposición, porque el Señor ve todo corazón, y entiende y conoce todo pensamiento. Si tú lo buscas, lo encontrarás; pero si tú lo abandonas, él te desechará por completo.


No te apartes de mí cuando estoy angustiado. Inclina tu oído y respóndeme pronto cuando te llamo,


porque mis días se desvanecen como el humo, y mis huesos arden como rojas brasas.


No me abandones en manos de mis enemigos, porque yo he hecho lo recto y justo.


¿Hasta cuándo me tendrás en el olvido, Señor? ¿Para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?


Ven pronto, Señor, y respóndeme, porque cada vez me deprimo más; ¡no te apartes de mí, o me muero!


A esa persona Dios le dará su bendición; Dios su Salvador, les hará justicia,


¿Por qué apartas la mirada? ¿Por qué te desentiendes de nuestros dolores y opresión?


No me arrojes de tu presencia. No quites de mí tu santo Espíritu.


No te ocultes de este siervo tuyo, pues estoy angustiado. ¡Apresúrate! ¡Respóndeme!


Ven, Señor, y líbrame. Rescátame de todos mis enemigos.


Señor, Dios de mi salvación, día y noche he llorado delante de ti.


El Señor pregunta: ¿Los entregué yo en manos de mis acreedores? ¿Será por eso que no están presentes? ¿Está ausente su madre porque yo me divorcié de ella y la despedí? No, se han entregado ustedes mismos por sus pecados, y a su madre se la llevaron en pago de sus deudas.


El problema está en que sus pecados los han separado de Dios. Por causa del pecado él ha escondido su rostro de ustedes y ya no quiere escucharlos.


Y celebraré un convenio eterno con ellos, prometiendo no volver a abandonarlos, y hacerles sólo bien. Pondré en sus corazones el deseo de honrarme y respetarme, y nunca me abandonarán.


No amen el dinero. Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré».


Samuel entonces tomó una piedra y la puso entre Mizpa y Sen y la llamó Ebenezer (Piedra de Ayuda) porque dijo: «Hasta aquí nos ha ayudado el Señor».


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite