Salmos 109:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹⁸ La maldición es parte de él como sus vestidos, o como al agua que bebe, o como los manjares que come.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ Se vistió de maldición como de su vestido, Y entró como agua en sus entrañas, Y como aceite en sus huesos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ Maldecir le resulta tan natural como la ropa que usa, o el agua que bebe o los alimentos deliciosos que come.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ Se puso la maldición como su ropa: que le penetre hasta el fondo como el agua y le cale como aceite hasta sus huesos.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ Como de su manto, se vistió de maldición, Y ella entró como agua en sus entrañas, Como aceite en sus huesos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ tomó la maldición como vestido, que como agua penetre en su interior, como aceite en sus huesos;

Salmos 109:18 Referans Kwoze

Job 29:14

¡Todo cuanto yo hacía era justo y honorable, porque la rectitud era mi vestidura!

Salmos 109:19

Vuélvanse ahora esas maldiciones contra él y que sean parte de él como la ropa; que lo aprieten como su cinturón.

Salmos 73:6

y por eso lucen su orgullo como collar de piedras preciosas, y sus ropas están tejidas de crueldad.

Números 5:27

Si ella se ha contaminado cometiendo adulterio contra su marido, el agua se volverá amarga en su interior, y su vientre se hinchará y sus muslos se secarán, y ella será maldita en su nación.

Mateo 26:24

Es cierto, voy a morir como está profetizado, pero pobre del hombre que me traiciona. Habría sido mejor si no hubiera nacido.

Hechos 1:18

Sin embargo, con el dinero que recibió en pago por su traición, compró un terreno en el que, al precipitarse de cabeza, se le reventó el vientre y se le salieron las entrañas.

Hechos 1:25

para asumir el apostolado de Judas el traidor, quien ya está donde le corresponde estar».

Colosenses 3:12

Por cuanto Dios los escogió y son santos y amados, practiquen con sinceridad la compasión y la bondad. Sean humildes, amables y buenos.

Colosenses 3:8

Pero ha llegado el momento de arrojar de ustedes la ira, el enojo, la malicia, los insultos y las malas palabras.

1 Pedro 5:5

También a los jóvenes les digo: obedezcan a los ancianos. Trátense unos a otros con humildad, porque «Dios está en contra de los orgullosos, pero a favor de los humildes».