11 Pero Noemí insistió replicó: 'Volveos, hijas mías; ¿por qué habéis de venir conmigo? ¿Acaso tengo yo en mi seno todavía hijos que puedan llegar a ser vuestros maridos?
Entonces Judá le dijo a Tamar, su nuera, que no se casara por el momento y que se quedara en la casa de sus padres, hasta que Selá tuviera edad suficiente para casarse con ella. Realmente era una excusa, porque temía que su hijo menor también muriera al casarse con ella. Tamar, pues, volvió a vivir con sus padres.
Pero Onán no quería tener hijos que no se consideraran suyos, sino de su hermano. Por eso, aunque se casó con Tamar, cada vez que tenía relaciones sexuales con ella derramaba el semen fuera. De esa manera evitaba darle hijos a su hermano.
»Si el hermano de un hombre muere sin tener hijos, la viuda no podrá casarse fuera de la familia. El hermano del marido deberá casarse con ella y darle descendencia.
No, hijas mías, regresen a casa de sus padres, porque yo soy demasiado vieja para tener marido. Y aun si ello fuera posible, y yo pudiera concebir esta noche y dar a luz hijos,