Proverbios 8:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²⁴ Nací antes que fueran creados los grandes mares, antes que surgieran los manantiales de abundantes aguas,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁴ Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁴ Nací antes de que los océanos fueran creados, antes de que brotara agua de los manantiales.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁴ Aún no existían los océanos cuando yo nací, no había fuente alguna de donde brotaran los mares.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁴ Antes de los abismos yo estaba engendrada, Antes que fueran las fuentes de las muchas aguas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁴ Nací cuando no existían los abismos, cuando no había fuentes bulliciosas.

Proverbios 8:24 Referans Kwoze

Génesis 1:2

La tierra estaba desordenada y no tenía forma. La oscuridad cubría el profundo abismo, mientras que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas.

Job 38:16

»¿Has explorado las fuentes en donde nacen los mares, o has andado por los rincones del abismo?

Salmos 2:7

Su elegido responde: «Yo revelaré los eternos propósitos de Dios, pues el Señor me ha dicho: “Tú eres mi hijo. Hoy mismo te he concebido.

Éxodo 15:5

Las aguas los cubren. Como piedras se hundieron en el fondo.

Proverbios 3:20

Por su conocimiento se separaron las aguas, las nubes derramaron la lluvia.

Juan 1:14

Y la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que le pertenece al Hijo único del Padre, en el que abundan el amor y la verdad.

Juan 3:16

»Dios amó tanto al mundo, que dio a su único Hijo, para que todo el que cree en él no se pierda, sino tenga vida eterna.

Juan 5:20

El padre ama al hijo y le muestra todo lo que hace. Le mostrará cosas aun más grandes que estas y los dejará a ustedes asombrados.

Hebreos 1:5

En efecto, Dios jamás le dijo a ningún ángel: «Tú eres mi Hijo y hoy mismo te he formado». Y en otro pasaje dice: «Yo seré su Padre y él será mi Hijo».

1 Juan 4:9

Dios nos demostró su amor enviando a su único Hijo a este perverso mundo para darnos vida eterna por medio de su muerte.