Números 35:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²⁸ porque el hombre debió haber permanecido dentro de la ciudad hasta la muerte del sumo sacerdote. Pero después de la muerte del sumo sacerdote, el hombre puede volver a su tierra y a su hogar.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁸ pues en su ciudad de refugio deberá aquel habitar hasta que muera el sumo sacerdote; y después que haya muerto el sumo sacerdote, el homicida volverá a la tierra de su posesión.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁸ El responsable de la muerte debió haber permanecido dentro de la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote; pero después de la muerte del sumo sacerdote, el responsable de la muerte podrá volver a su propia tierra.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁸ Porque aquél debía permanecer en su ciudad de asilo hasta la muerte del sumo sacerdote. El homicida no volverá a su propiedad antes de que haya muerto el sumo sacerdote.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁸ pues aquél debió habitar en su ciudad de refugio hasta que hubiera muerto el sumo sacerdote. Sólo después de la muerte del sumo sacerdote, el homicida podrá regresar a la tierra de su propiedad.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁸ porque el homicida debe morar en la ciudad de asilo hasta la muerte del sumo sacerdote. Sólo después de morir el sumo sacerdote podrá regresar el homicida a la tierra de su propiedad.

Números 35:28 Referans Kwoze

Números 35:27

y el vengador lo encuentra fuera de ella y le da muerte, no es un asesinato,

Números 35:29

Estas son leyes permanentes para todo Israel de generación en generación.

Hechos 11:23

Cuando él llegó y vio las maravillas que Dios estaba haciendo, lleno de alegría alentó a los creyentes a permanecer fieles al Señor.

Hechos 27:31

Pero Pablo les dijo al capitán y a sus soldados: «Si esos no se quedan en el barco, ustedes no podrán salvarse».

Hebreos 10:39

Mas nosotros no somos de los que se vuelven atrás y terminan perdiéndose, sino de los que tienen fe y alcanzan la salvación.

Hebreos 3:14

pues hemos llegado a tener parte con Cristo, si somos fieles hasta el fin, tal como confiamos en Cristo al principio.