Así que los jefes de los judíos continuaron su trabajo y terminaron la reconstrucción, de acuerdo con la palabra de Dios dada por medio de los profetas Hageo y Zacarías hijo de Idó. Gracias al mandato de Dios y a los decretos de Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia, los judíos pudieron terminar la reconstrucción.
Son como árboles junto a las riberas de un río, que no dejan de dar delicioso fruto cada estación. Sus hojas nunca se marchitan y todo lo que hacen prospera.
»”Ahora escucha y entiende bien: Siete semanas han de pasar desde el momento en que se ordene la reconstrucción de Jerusalén, hasta la llegada del jefe elegido por Dios. Después de esto pasarán sesenta y dos semanas más para la reconstrucción de las calles y las murallas de Jerusalén; pero serán tiempos peligrosos.