Mateo 27:54 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁵⁴ El centurión y los soldados que vigilaban a Jesús, horrorizados por el terremoto y los demás acontecimientos, exclamaron: ―¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵⁴ El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente este era Hijo de Dios.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵⁴ El oficial romano y los otros soldados que estaban en la crucifixión quedaron aterrorizados por el terremoto y por todo lo que había sucedido. Dijeron: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵⁴ El capitán y los soldados que custodiaban a Jesús, al ver el temblor y todo lo que estaba pasando, se llenaron de terror y decían: 'Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵⁴ Y el centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, viendo el terremoto y lo que estaba sucediendo, se atemorizaron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente éste era Hijo de Dios!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵⁴ Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús sintieron el terremoto y lo que pasaba quedaron sobrecogidos de espanto y decían: 'Realmente, éste era Hijo de Dios'.

Mateo 27:54 Referans Kwoze

Mateo 26:63

Jesús no le respondió. ―Demando en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Mesías, el Hijo de Dios —insistió el sumo sacerdote.

Mateo 27:36

y luego se sentaron a contemplarlo.

Mateo 27:40

―¿No afirmabas tú que podías destruir el templo y reedificarlo en tres días? Pues veamos: Si de verdad eres el Hijo de Dios, ¡bájate de la cruz!

Mateo 27:43

Si confió en Dios, ¡que lo salve Dios! ¿No decía que era el Hijo de Dios?

Mateo 27:51

Al instante, el velo que ocultaba el Lugar Santísimo del templo se rompió en dos de arriba abajo, la tierra tembló, las rocas se partieron,

Mateo 4:3

y el diablo se le acercó. ―Si eres el Hijo de Dios —le dijo—, haz que estas piedras se conviertan en pan.

Mateo 8:5

Cuando Jesús llegó a Capernaúm, un capitán del ejército romano se le acercó y le rogó

Marcos 15:39

El centurión que estaba frente a Jesús, al oír el grito y ver que estaba muerto, dijo: —¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios!

Lucas 22:70

Todos le preguntaron: ―Entonces, ¿eres tú el Hijo de Dios? Él les contestó: ―Ustedes mismos lo han dicho.

Juan 19:7

Los judíos le dijeron: ―Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, pues se ha hecho pasar por el Hijo de Dios.

Hechos 10:1

En Cesarea vivía un oficial del ejército romano llamado Cornelio, capitán de un regimiento italiano.

Hechos 2:37

Aquellas palabras de Pedro los conmovieron tan profundamente que le dijeron al propio Pedro y a los demás apóstoles: ―Hermanos, ¿qué debemos hacer?

Hechos 21:32

Este corrió entonces a donde estaba el disturbio, acompañado de soldados y oficiales. Cuando la turba vio que el ejército se acercaba, dejó de golpear a Pablo.

Hechos 23:17

Pablo llamó a uno de los capitanes y le dijo: ―Este muchacho tiene algo importante que decirle al comandante, llévelo con él.

Hechos 23:23

El comandante llamó a dos de sus capitanes y les ordenó: ―Preparen doscientos soldados de infantería, setenta de caballería y doscientos que lleven lanzas para que vayan a Cesarea esta noche a las nueve.

Hechos 27:1

Cuando decidieron por fin mandarnos a Italia, entregaron a Pablo y a otros presos a un capitán llamado Julio. Este pertenecía al batallón del emperador.

Hechos 27:43

Pero el capitán de los soldados, para salvarle la vida a Pablo, no se lo permitió. Les ordenó que todos los que supieran nadar, saltaran primero al agua para llegar a tierra,

Romanos 1:4

pero al resucitar de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo, probó ser el Hijo de Dios.

Apocalipsis 11:13

En aquel preciso instante, un terrible terremoto sacudirá la tierra y una décima parte de la ciudad se derrumbará dejando un saldo de siete mil muertos. Los sobrevivientes, llenos de espanto, glorificarán al Dios del cielo.