(También había un nieto del rey Saúl llamado Mefiboset, hijo del príncipe Jonatán, que era lisiado de los pies. Tenía cinco años cuando Saúl y Jonatán murieron en Jezrel. Cuando esta mala noticia llegó a la capital, la niñera agarró a Mefiboset y huyó, pero se le cayó mientras corrían, y el niño quedó cojo).
Menajem destruyó la ciudad de Tifsa y los lugares circundantes, comenzando por Tirsá, porque sus ciudadanos se negaron a aceptarlo como rey. Dio muerte a toda la población, y les abrió el vientre a las mujeres que estaban embarazadas.
Samaria debe llevar su culpa, pues se ha rebelado contra su Dios. Su pueblo será arrasado por el ejército invasor, sus bebés serán estrellados contra el suelo y a las mujeres embarazadas les abrirán el vientre.