Mateo 10:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁸ »Curen enfermos, resuciten muertos, sanen leprosos y echen fuera demonios. De la misma manera que ustedes están recibiendo este poder gratuitamente, tampoco cobren por sus servicios.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, curen a los que tienen lepra y expulsen a los demonios. ¡Den tan gratuitamente como han recibido!

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen los demonios. Ustedes lo recibieron sin pagar, denlo sin cobrar.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios, gratis lo recibisteis, dadlo gratis.

Mateo 10:8 Referans Kwoze

Isaías 55:1

¡Oigan! ¿Alguien tiene sed? ¡Que venga y beba, aunque no tenga dinero! ¡Vengan, elijan el vino y la leche que gusten: todo es gratis!

Números 18:7

Pero tú, y tus hijos, personalmente llevarán a cabo el servicio sagrado incluyendo el del altar y todo lo que está dentro de la cortina, porque el sacerdocio es una tarea especial que Dios ha puesto en tus manos. Cualquier persona que trate de realizar estos deberes sin ser de tus descendientes morirá».

Mateo 10:1

Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para echar fuera espíritus malignos y para sanar toda clase de enfermedades y dolencias.

Mateo 10:7

»Anúncienles que el reino de los cielos ya se ha acercado.

Mateo 10:9

No lleven dinero

Marcos 16:18

tomarán en sus manos serpientes, cuando beban algo venenoso, no les hará daño, pondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán».

Lucas 10:9

Sanen a los enfermos y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes”.

Hechos 3:6

―No tengo dinero que darte —continuó Pedro—. Pero te daré lo que tengo. ¡En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y camina!