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Marcos 5:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

23 ―Señor —le suplicaba—, mi hija se está muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella, porque yo sé que puedes hacer que viva.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 y le rogó con fervor: «Mi hijita se está muriendo —dijo—. Por favor, ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 suplicándole: 'Mi hija está agonizando; ven e impón tus manos sobre ella para que se mejore y siga viviendo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 y le suplica con insistencia, diciendo: Mi hijita está agonizando, ¡ven!° ¡Pon las manos sobre ella para que sea sanada, y pueda vivir!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 y le suplica con mucha insistencia: 'Mi hijita se está muriendo; ven a imponer tus manos sobre ella, para que sane y viva'.

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Marcos 5:23
26 Referans Kwoze  

Pero Naamán se enojó, y se fue. «¿Qué les parece? —dijo—. Yo pensaba que, por lo menos, el profeta saldría y me hablaría. Pensé que levantaría la mano sobre la lepra, invocaría el nombre del Señor su Dios, y me sanaría.


«¡Señor, ayúdanos!», clamaron en su angustia, y él los salvó de su dolor.


Confía en mí en tus tribulaciones para que yo te libre y puedas darme la gloria.


Jesús, extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: ―Quiero. ¡Ya estás curado! E instantáneamente la lepra desapareció.


tomarán en sus manos serpientes, cuando beban algo venenoso, no les hará daño, pondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán».


Jesús lo acompañó. En medio de aquella multitud que se apretujaba a su alrededor, estaba una mujer que durante los últimos doce años había estado enferma con cierto tipo de derrame de sangre.


Echaron fuera muchos demonios y sanaron a muchos enfermos ungiéndolos con aceite.


Le llevaron un hombre que era sordo y tartamudo y le suplicaron que pusiera la mano sobre él.


Jesús tomó al ciego de la mano y lo sacó del pueblo. Una vez fuera, le mojó los ojos con saliva y le puso las manos encima. ―¿Ves algo ahora? —le preguntó.


Le dijo eso mientras ponía las manos sobre la mujer, y ella al instante se enderezó y comenzó a alabar a Dios.


Al salir Jesús de la sinagoga se fue a la casa de Simón. La suegra de este estaba enferma y con fiebre muy alta, y le pidieron a Jesús que hiciera algo por ella.


Al anochecer, la gente le llevó a Jesús todos los que tuvieran cualquier tipo de enfermedad. Él puso las manos sobre cada uno de ellos y los sanó.


Cuando se acercaba a las puertas del pueblo, vio que llevaban a enterrar a un muerto. Se trataba del único hijo de una viuda, a quien acompañaba mucha gente del pueblo.


Las dos hermanas le enviaron este mensaje a Jesús: «Señor, tu amigo querido está enfermo».


El padre de Publio estaba en cama, enfermo con fiebre y disentería. Pablo fue a verlo, oró por él y después puso las manos sobre él y lo sanó.


Presentaron entonces a estos siete ante los apóstoles, quienes oraron poniendo las manos sobre ellos.


Entonces Pedro y Juan pusieron las manos sobre los creyentes y ellos recibieron el Espíritu Santo.


yo le he mostrado en visión a un hombre llamado Ananías que se le acerca y le pone las manos en la cabeza para que recupere la vista.


Ananías obedeció. Al llegar a donde estaba Saulo, le puso las manos encima y le dijo: ―Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.


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