Marcos 3:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²⁰ Luego Jesús entró en una casa a la que acudió tanta gente que ni siquiera pudieron comer él y sus discípulos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁰ Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁰ Cierta vez, Jesús entró en una casa y las multitudes empezaron a juntarse nuevamente. Pronto ni él ni sus discípulos encontraron un momento para comer.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁰ Vuelto a casa, se juntó otra vez tanta gente que ni siquiera podían comer.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁰ Llega° a una casa, y de nuevo se agolpa una multitud tal, que ellos no podían ni siquiera comer pan.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁰ Vuelve a casa; y de nuevo se reúne tanta gente que ni siquiera podían comer.

Marcos 3:20 Referans Kwoze

Marcos 1:45

Pero tan pronto salió de allí, comenzó a divulgar lo que le había sucedido. Como consecuencia de esto, Jesús ya no podía entrar abiertamente en ninguna ciudad. Tenía que quedarse en los lugares apartados; y aun así, de todas partes llegaban a él.

Marcos 2:1

Días más tarde, Jesús regresó a Capernaúm. La noticia de que estaba en casa se esparció rápidamente.

Marcos 3:19

y Judas Iscariote (el que lo traicionó).

Marcos 3:7

Jesús y sus discípulos se retiraron a la orilla del lago, y los siguieron una gran multitud que venía de Galilea,

Marcos 3:9

Jesús le había ordenado a sus discípulos que le tuvieran siempre lista una barca para evitar que el gentío lo oprimiera,

Marcos 6:31

Era tanto el gentío que entraba y salía que apenas les quedaba tiempo para comer. Por ello Jesús les dijo: ―Apartémonos del gentío para que puedan descansar.

Marcos 7:17

Una vez en la casa, después de haber dejado a la gente, sus discípulos le preguntaron el significado de lo que acababa de decir.

Marcos 9:28

Cuando Jesús entró a la casa, los discípulos le preguntaron en privado: ―¿Por qué no pudimos echar fuera aquel espíritu?

Lucas 6:17

Jesús bajó de la montaña con ellos y se detuvo en un lugar llano. Allí lo esperaban muchos de sus discípulos y mucha gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón.