Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Marcos 14:41 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

41 Cuando regresó por tercera vez, les dijo: «¿Todavía están durmiendo y descansando? ¡Ya fue suficiente! Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

41 Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

41 Cuando volvió a ellos por tercera vez, les dijo: «Adelante, duerman, descansen; pero no, la hora ha llegado. El Hijo del Hombre es traicionado y entregado en manos de pecadores.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

41 Vino por tercera vez, y les dijo: 'Ahora ya pueden dormir y descansar. Está hecho, llegó la hora. El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

41 Y vuelve la tercera vez y les dice: Dormid lo que resta y descansad. ¡Basta! Llegó la hora. He aquí que el Hijo del Hombre es entregado en las manos de los pecadores.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 Vuelve por tercera vez y les dice: '¡Ya podéis dormir y descansar! ¡Se acabó! Llegó la hora; ya el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.

Gade chapit la Kopi




Marcos 14:41
23 Referans Kwoze  

Alrededor del mediodía, Elías comenzó a burlarse de ellos: ―Ustedes tienen que gritar más fuerte —les decía—. De seguro que es dios, pero tienen que llamar su atención. Quizás está conversando con alguien, o quizás está sentado meditando, o quizás está de viaje, o se ha dormido y hay que despertarlo.


Cuando llegaron, el rey le preguntó a Micaías: ―Micaías, ¿subiremos a atacar a Ramot de Galaad, o no? ―¡Sí, por supuesto! ¡Sigan adelante! —le dijo Micaías—. Tendrás una gran victoria, porque el Señor te hará vencedor.


―No quiero nada contigo —le dijo Eliseo al rey Jorán, de Israel—. Ve y pregúntales a los falsos profetas de tu padre y de tu madre. Pero Jorán le respondió: ―No, porque es el Señor quien nos ha traído aquí para ser destruidos por el rey de Moab.


Joven, la juventud es un tesoro. ¡Disfruta cada minuto de ella! ¡Haz cuanto se te antoje! Pruébalo todo, pero sabe que tendrás que rendirle cuentas a Dios de cuanto hagas.


»Oh Israel, el Señor Dios dice: “Si ustedes insisten en rendir homenaje a sus ídolos, adelante, ¡pero entonces no me traigan regalos a mí también! ¡Tal falta de respeto y consideración hacia mí debe cesar de inmediato!


«Como ya saben, dentro de dos días se celebra la Pascua, y me van a traicionar y a crucificar».


Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los jefes de los sacerdotes y se ofreció para entregarles a Jesús.


Mientras estaban sentados a la mesa comiendo, dijo: ―Les aseguro que uno de ustedes, que está comiendo conmigo, me va a traicionar.


Se alejó un poco y, postrado en tierra, oró pidiéndole a Dios que si era posible no tuviera él que pasar por aquella hora.


Al regresar, los volvió a encontrar dormidos, porque se les cerraban los ojos de sueño. Y no sabían qué decirle.


¡Levántense! ¡Vámonos! Aquí viene el que me traiciona».


Rechazan las leyes de Dios por guardar la propia tradición de ustedes.


pues deseaba estar con sus discípulos y enseñarles que el Hijo del hombre sería entregado en manos de gente que lo iba a matar, aunque al tercer día resucitaría.


Jesús les respondió: ―Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado.


»En este momento estoy lleno de angustia, ¿y por eso voy a decir: “Padre, sálvame de este sufrimiento”? ¡Si para eso he venido!


Al terminar de decir estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.


Entonces quisieron arrestarlo, pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado su tiempo.


Jesús dijo estas palabras mientras enseñaba en el templo, en el lugar donde se ponen las ofrendas. Pero nadie lo arrestó porque todavía no había llegado su tiempo.


¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados, que hasta mataron a los que predijeron la venida del Justo, que ustedes acaban de traicionar y asesinar?


Vayan y clamen a los dioses que ahora adoran. ¡Que los salven ellos en la hora de angustia!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite