Marcos 1:40 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁴⁰ Un leproso se le acercó y, de rodillas, le dijo: ―Si quieres, puedes sanarme.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁰ Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁰ Un hombre con lepra se acercó, se arrodilló ante Jesús y le suplicó que lo sanara. —Si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio —dijo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁰ Se le acercó un leproso, que se arrodilló ante él y le suplicó: 'Si quieres, puedes limpiarme.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁰ Y llega a Él un leproso rogándole, y le dice: Si quieres, puedes limpiarme.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁰ Llégase a él un leproso que, suplicándole y puesto de rodillas, le dice: 'Si quieres, puedes dejarme limpio'.

Marcos 1:40 Referans Kwoze

Génesis 18:14

¿Hay algo que sea difícil para el Señor? Como te dije, el próximo año, por este tiempo, volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo.

2 Samuel 3:29

Joab y su familia son los culpables. ¡Que no falte nunca entre ellos quien padezca de flujo, o de lepra, o de cojera, o que muera violentamente o padezca hambre!».

2 Reyes 15:5

El Señor lo atacó con lepra, la que le duró hasta el día de su muerte. Por esta razón vivió solo en una casa. Su hijo Jotán ejercía el gobierno.

2 Reyes 7:3

Había cuatro leprosos sentados fuera del muro de la ciudad. ―¿Qué hacemos aquí sentados? —se dijeron—.

Mateo 11:5

Cuéntenle que los ciegos ven, los paralíticos andan, los leprosos se curan, los sordos oyen, los muertos resucitan, y que anuncio las buenas nuevas a los pobres.

Mateo 17:14

Cuando llegaron al valle, la gente los esperaba; y un hombre corrió y se puso de rodillas ante Jesús.

Marcos 1:41

Jesús, compadecido, lo tocó y le dijo: ―Quiero; queda curado.

Marcos 10:17

Iba a seguir su camino cuando un hombre llegó corriendo hasta él y, de rodillas, le preguntó: ―Buen Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

Lucas 22:41

Entonces se alejó de ellos a una buena distancia, se arrodilló y se puso a orar:

Hechos 7:60

Luego cayó de rodillas y gritó: ―¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Y al terminar de pronunciar aquellas palabras, murió.

Efesios 3:14

Por ello me arrodillo ante el Padre,