Malaquías 3:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 20087 Aunque desde hace mucho tiempo ustedes han despreciado mis instrucciones, aún tienen la oportunidad de dirigirse a mí. ¡Diríjanse a mí y yo los perdonaré! Lo digo yo, el Señor Todopoderoso. Pero ustedes responden: “¡Jamás hemos desobedecido tus instrucciones!”. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19607 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente7 Desde los días de sus antepasados, han despreciado mis decretos y los han desobedecido. Ahora, vuelvan a mí y yo volveré a ustedes», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales. «Pero ustedes preguntan: “¿Cómo podemos volver cuando nunca nos fuimos?”. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)7 En efecto, desde los tiempos de sus antepasados, ustedes se han apartado de mis ordenanzas y no las han practicado. Vuelvan a mí y yo volveré a ustedes, dice Yavé de los ejércitos. Pero ustedes preguntan: '¿Por qué tenemos que volver?' Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion7 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis estatutos, y no los habéis guardado. ¡Volveos a mí, y Yo me volveré a vosotros!, dice YHVH Sebaot. Pero vosotros decís: ¿En qué nos hemos de volver? Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19757 Desde los días de vuestros padres os apartáis de mis preceptos y no los observáis. Volved a mí, y yo volveré a vosotros -dice Yahveh Sebaot-. Vosotros preguntáis: '¿Cómo volveremos?'. Gade chapit la |
»Pero Israel se rebeló contra mí, allí en el desierto rechazaron mis instrucciones. No quisieron obedecer mis reglas, aunque el obedecerlas significara vivir con seguridad y por largo tiempo. Y tampoco respetaron los días sábados. Entonces pensé: “Descargaré mi cólera sobre ellos y los haré morir en el desierto”.
»Pero sus hijos también se rebelaron contra mí. Ellos rechazaron mis instrucciones, los mandamientos que, de ser obedecidos, aseguran para ustedes una vida larga y próspera. Pero no, se comportaron los sábados como cualquier otro día. Así, pues, dije: “¡Ahora por fin descargaré mi cólera sobre ustedes en el desierto!”.
»El hijo respeta a su padre y el esclavo a su amo. Yo, el Señor Todopoderoso, sin embargo les pregunto a ustedes, sacerdotes, que no le dan ninguna importancia a mi gran fama: “Si soy su Padre, ¿por qué no me respetan? Si soy su Amo, ¿por qué no me tienen temor?”. »Pero ustedes aún se atreven a preguntar: “¿Cuándo hemos tenido en nada tu gran fama?”.