Isaías 59:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹ ¡Escuchen ahora! No es que el Señor se haya debilitado tanto que no pueda salvarlos, ni se ha vuelto sordo que no pueda escucharlos cuando claman.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír;

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ ¡Escuchen! El brazo del Señor no es demasiado débil para no salvarlos, ni su oído demasiado sordo para no oír su clamor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ No, no es que el brazo de Yavé no alcance a salvar, ni que su oído esté demasiado sordo para oír.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ He aquí que no se ha acortado la mano de YHVH de modo que no puede salvar, Ni su oído se ha endurecido de modo que no puede oír.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Mirad que no es demasiado corta la mano de Yahveh para salvar, y no es demasiado duro su oído para oír;

Isaías 59:1 Referans Kwoze

Génesis 18:14

¿Hay algo que sea difícil para el Señor? Como te dije, el próximo año, por este tiempo, volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo.

Salmos 94:9

¿Será sordo el que hizo las orejas? ¿Estará ciego el que formó los ojos?

Isaías 50:1

El Señor pregunta: ¿Los entregué yo en manos de mis acreedores? ¿Será por eso que no están presentes? ¿Está ausente su madre porque yo me divorcié de ella y la despedí? No, se han entregado ustedes mismos por sus pecados, y a su madre se la llevaron en pago de sus deudas.

Isaías 50:2

¿Me faltaron fuerzas para librarlos? ¿Será por eso que la casa está silenciosa y vacía cuando llego? ¿No tendré ya poder para librar? No, esa no es la razón. Yo puedo reprender al mar y dejarlo seco, puedo convertir los ríos en desiertos cubiertos de peces agonizantes.

Isaías 58:9

Cuando me invoquen, yo les responderé. Si gritan pidiendo ayuda, yo les diré: «¡Sí, aquí estoy!». Si ustedes hacen desaparecer la opresión, si dejan de acusar a los demás y de levantar calumnias,

Isaías 6:10

Quítales la inteligencia, tápales los oídos y ciérrales los ojos. No quiero que vean, oigan ni entiendan, ni que se vuelvan a mí para que los sane.

Isaías 63:1

¿Quién es este que viene de Edom, de la ciudad de Bosra, con sus magníficas vestiduras púrpuras? ¿Quién es este con manto real, que marcha con grandeza y reflejando poder? «¡Soy yo, el Señor que te anuncio salvación; yo, el Señor, poderoso para salvar!».

Isaías 65:24

Yo les responderé aun antes de que me invoquen; mientras estén aún contándome sus necesidades, yo procederé a contestar sus súplicas.

Jeremías 14:9

¿No tienes poder para salvarnos? ¡Oh Señor, tú estás aquí en nuestro medio, y nosotros nos identificamos con tu nombre, como pueblo tuyo se nos conoce! ¡Oh Señor, no nos abandones ahora!

Jeremías 32:17

«¡Oh Señor Dios! Tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder; no hay para ti nada demasiado difícil.

Ezequiel 8:18

¡Por todo ello no me apiadaré, ni perdonaré, y aunque clamen por misericordia no les tendré lástima!».

Miqueas 2:7

Esta gente dice también: «¿Acaso creen que la descendencia de Jacob está maldita? ¿Creen que Dios ha dejado de ser paciente con nosotros? ¿Acaso las palabras del Señor no son siempre para nuestro bien? ¡Nunca nos irá mal, pues somos el pueblo justo!».

Números 11:23

Entonces el Señor dijo a Moisés: ―¿Cuándo he sido débil? ¡Ahora verás que mi palabra se cumple!

Mateo 13:15

porque tienen el corazón endurecido, no oyen bien y tienen los ojos cerrados. Por lo tanto, no verán ni oirán ni entenderán ni se convertirán ni dejarán que yo los sane”.

Hebreos 7:25

Por eso puede salvar para siempre a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive para siempre y está pidiendo por ellos.

1 Samuel 4:3

Cuando los israelitas regresaron a su campamento, sus caudillos discutían la causa por la que el Señor había permitido que fueran derrotados. «Traigamos el cofre desde Siló —dijeron—. Si la llevamos con nosotros a la batalla, el Señor estará entre nosotros y seguramente nos salvará de nuestros enemigos».

1 Samuel 8:18

Cuando llegue ese día, ustedes derramarán amargas lágrimas a causa del rey que piden hoy, pero el Señor no les ayudará.