Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Isaías 49:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Yo respondí: «Pero me dije: todo lo que hago es en vano; me he quedado sin fuerzas, y no he logrado nada. Sin embargo, lo que hago se lo debo al poder de Dios, y él será quien me dé mi recompensa».

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Yo respondí: «¡Pero mi labor parece tan inútil! He gastado mis fuerzas en vano, y sin ningún propósito. No obstante, lo dejo todo en manos del Señor; confiaré en que Dios me recompense».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Mientras que yo pensaba: 'He trabajado en balde, en vano he gastado mis fuerzas, para nada. Yavé, sin embargo, protegía mis derechos, mi Dios guardaba mi salario, pues soy importante para Yavé, y mi Dios se hizo mi fuerza.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Mientras yo me decía: En vano me he fatigado, En viento y en nada he gastado mis fuerzas, En realidad mi causa estaba siendo defendida por YHVH, Mi recompensa estaba con mi Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Yo me decía: 'En vano me cansé, por nada, por viento, agoté mi fuerza'. Pero en verdad, mi derecho está en Yahveh y mi recompensa en mi Dios.

Gade chapit la Kopi




Isaías 49:4
28 Referans Kwoze  

Él contestó: ―Siento un ardiente amor por ti, Dios Todopoderoso; me duele ver cómo el pueblo de Israel ha quebrantado el pacto contigo, ha derribado tus altares, ha dado muerte a tus profetas. ¡Sólo yo he quedado, y ahora están tratando de matarme a mí también!


Muchos buscan el favor del gobernante, pero la justicia viene del Señor.


¡Oh Señor, honraré y alabaré tu nombre, porque tú eres mi Dios, tú haces grandes maravillas! Hace tiempo las planeaste y ahora las has ejecutado, tal como dijiste.


alienta a los atemorizados. Diles: «Sean valientes, no teman, porque su Dios viene para destruir a sus enemigos, viene a salvarlos».


Sí, el Señor Dios viene con gran potencia, gobernará con tremendo poder. Miren, trae consigo su recompensa, a cada cual le dará según sus hechos.


¡Oh Jacob, oh Israel! ¿Cómo pueden decir que el Señor no ve sus tribulaciones y no procede con justicia?


¡Para ellos no hay paz!, dice mi Dios.


Pagará a sus enemigos por sus maldades, con furia para sus enemigos de tierras lejanas.


Dice el profeta: ¡Dejen que les cuente la felicidad que Dios me ha dado! Me ha cubierto con vestiduras de salvación y me ha puesto un manto de justicia. Soy como novio vestido para celebrar la boda o como una novia enjoyada para el desposorio.


Miren, el Señor ha enviado sus mensajeros a todas las naciones y ha dicho: Digan a mi pueblo: Yo, el Señor, Dios de ustedes, vengo a salvarlos, yo les daré la libertad.


Pero mi propio pueblo —no obstante que el día entero he tenido los brazos abiertos para recibirlos— se ha rebelado; sigue sus propias sendas y pensamientos perversos.


Sus cosechas no serán devoradas por sus enemigos. Sus hijos no nacerán para ser carne de cañón. Porque son hijos de aquéllos a quienes el Señor ha bendecido; y sus hijos también serán bendecidos.


En cambio, si les adviertes y ellos siguen actuando mal, y rehúsan arrepentirse, ellos morirán en sus propias maldades, pero tú estarás sin culpa; hiciste todo lo posible.


Gastarán sus fuerzas en vano, porque la tierra no producirá, ni sus árboles darán fruto.


―¡Oh generación incrédula y perversa! —dijo Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? ¡Tráiganme al muchacho!


»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los enviados de Dios! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta a sus polluelos debajo de sus alas, pero no quisiste!


¿Acaso no saben que el Cristo tenía que sufrir estas cosas antes de entrar en su gloria?


Vino a este mundo, que es suyo, y los suyos no lo recibieron.


En cambio, Dios dijo esto acerca de Israel: «Todo el día le ofrecí ayuda a un pueblo desobediente y muy terco».


Para mí es un placer gastarme por entero y dar todo lo que tengo por el bien de ustedes; no importa que mientras más los ame, menos me amen ustedes.


Para Dios somos como la fragancia de Cristo; olor que llega a los que se salvan y a los que se pierden.


Temo por ustedes. ¡Temo que mi trabajo entre ustedes haya sido inútil!


No se aparten nunca de la palabra de vida. De esa manera, cuando Cristo vuelva me sentiré satisfecho de no haber corrido ni trabajado en vano.


Mantengamos fija la mirada en Jesús, pues de él viene nuestra fe y él es quien la perfecciona. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz y no le dio importancia a la vergüenza que eso significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite