Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Isaías 41:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 No temas, pues yo estoy contigo, no te desanimes. Yo soy tu Dios, yo te fortaleceré, yo te ayudaré, yo te sostendré con mi triunfante mano diestra.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

10 No temas, porque Yo estoy contigo; No desmayes, porque Yo soy tu Dios; Te fortaleceré y siempre te ayudaré, Sí, Yo te sostendré con mi diestra victoriosa.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 no temas, que yo estoy contigo; no te asustes, que yo soy tu Dios. Te fortalezco y te ayudo, te sostengo con mi diestra salvadora.

Gade chapit la Kopi




Isaías 41:10
63 Referans Kwoze  

Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.


Esa noche, el Señor se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios de Abraham, tu padre. No temas, porque estoy contigo. Por amor a Abraham, mi siervo, te bendeciré y haré que tu descendencia sea muy numerosa».


―Su padre ya no me trata como antes, ¡pero el Dios de mi padre siempre ha estado conmigo!


Pero su arma se mantuvo firme, sus brazos fueron fortalecidos por el Dios poderoso de Jacob, por el que es el Pastor y la Roca de Israel.


Cayeron sobre mí en el día de mi desgracia, pero el Señor fue mi apoyo y mi salvación.


Entonces el Espíritu vino sobre Amasay, dirigente de los treinta, y por eso este respondió: «¡Somos tuyos, David! ¡Estamos a tu lado, hijo de Isaí! ¡Paz, paz para ti, paz para todos los que te apoyan; porque tu Dios está contigo!». Por consiguiente, David los recibió y permitió que se unieran a él, y los nombró jefes de su ejército.


Pero ustedes no tendrán que pelear. Tomen posiciones, permanezcan en sus sitios, y contemplen la increíble salvación que el Señor realizará en favor de ustedes, pueblo de Judá y de Jerusalén. No tengan miedo ni se desalienten. Vayan mañana al lugar indicado, porque el Señor está con ustedes”».


Él cuenta solamente con un poderoso brazo de carne, mientras que nosotros tenemos al Señor nuestro Dios, y será él quien pelee por nosotros». Esto los alentó grandemente.


Sálvame de la espada fatal. Rescátame del poder de mis enemigos. Sus bocas están llenas de mentiras; juran decir la verdad, pero mienten.


La boca de ellos está llena de mentiras; juran decir la verdad, pero mienten.


El Señor levanta a los caídos y sostiene a los agobiados.


¡Alaba al Señor, Jerusalén! ¡Alaba a tu Dios, Sion!


Has hecho amplias gradas bajo mis pies para que no resbale.


El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor me protege del peligro, ¿quién podrá amedrentarme?


Él dará fuerza a su pueblo. Derramará paz como bendición sobre ellos.


Bendita la nación cuyo Dios es el Señor, que ha sido elegida por él como pueblo suyo.


La fuerza de los malos será quebrantada, pero el Señor toma en sus manos a los justos.


Si se tropiezan, no caen, porque el Señor los sostiene con su mano.


Me has preservado por mi honradez; has permitido que para siempre esté en presencia tuya.


¡Aquí, entre nosotros, está el Señor Todopoderoso! ¡Nuestro refugio es él, el Dios de Jacob!


El Señor Todopoderoso está aquí entre nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.


Te sigo de cerca, protegido por tu potente diestra.


Tú fielmente respondes a nuestras oraciones con imponentes obras, oh Dios, Salvador nuestro. Tú eres la esperanza de cada uno en esta tierra, aun de aquellos que navegan en los más lejanos mares.


Rey poderoso, que amas la justicia: tú has establecido igualdad y has actuado con justicia por todo Israel.


Pero Moisés le dijo al pueblo: «No teman, quédense donde están y observen la forma maravillosa en que el Señor los salvará en este día. Los egipcios que hoy ven, no los volverán a ver nunca más.


―No teman —les dijo Moisés—, porque Dios se ha presentado de esta manera para probarlos, de modo que de aquí en adelante tengan temor de pecar en su contra.


¡Miren! ¡Dios ha acudido a salvarme! Estaré confiado y no temeré, porque el Señor es mi fuerza y mi canción, ¡él es mi salvación!


alienta a los atemorizados. Diles: «Sean valientes, no teman, porque su Dios viene para destruir a sus enemigos, viene a salvarlos».


Isaías respondió: «Díganle al rey Ezequías que el Señor dice: “No te angusties por esas palabras del siervo del rey de Asiria ni por su blasfemia.


No temas, pues yo estoy contigo. Yo te recogeré del este y del oeste,


Oh siervo mío, el Señor, quien te hizo, quien te ayudará, dice: ¡No temas, oh Jerusalén, mis elegidos, no teman!


El Señor dice: En momento oportuno llegó tu petición. Te libraré de perjuicio prematuro, y te daré a Israel como prenda y señal, como prueba de que restableceré la tierra de Israel y la volveré a dar a su propio pueblo. Por medio de ti llamo a los cautivos de las tinieblas: «¡Salgan! ¡Salgan! ¡Yo les doy libertad!». Ellos serán ovejas mías que pastarán en verdes prados y en hermosas colinas.


¡Miren! ¡El Señor, Dios mismo se ha puesto de parte mía! ¿Quién me declarará culpable? Todos mis enemigos serán destruidos como harapos, consumidos por la polilla.


¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies de quienes traen la feliz noticia de paz y salvación, la nueva de que el Dios de Israel reina!


Nadie en Jerusalén necesitará más de sol ni de luna para que los iluminen, porque el Señor, el Dios de ustedes, será su luz perpetua; ¡él será su resplandor!


Sí, tú acudiste ante mi oración desesperada y me dijiste: «No tengas miedo».


Luego me dijo: “No tengas miedo, Daniel, pues desde el primer día en que trataste de comprender las cosas difíciles y te mostraste humilde ante tu Dios, él te escuchó. Por eso estoy aquí, como respuesta a tus oraciones.


Al fin, el rey se vio obligado a dar la orden para arrestar a Daniel, y este fue llevado al foso de los leones. El rey le dijo entonces: ―Que tu Dios, a quien siempre le eres fiel, te salve.


Y el Señor le dijo a Oseas: «Llámalo Loamí (No pueblo mío), pues Israel ya no es mi pueblo, y yo no soy ya su Dios.


Entonces, después de que cambiaron de actitud, el Señor envió de nuevo al profeta Hageo para que les dijera: «Yo estaré con ustedes ayudándoles a cumplir este buen propósito».


Porque yo prometí desde el día que lo liberé de Egipto que mi Espíritu estaría con ustedes para siempre. De modo que no deben tener miedo ante nada que yo sigo estando con ustedes.


»Yo mismo fortaleceré a mi pueblo, y haré que avancen confiados en mi permanente ayuda. Lo afirmo yo, que soy el Señor Todopoderoso».


«Yo fortaleceré a Judá, y protegeré a la casa de Israel. Haré que de nuevo sean prósperos y felices, porque los amo. Será como si nunca los hubiera desechado, porque yo, el Señor su Dios, habré escuchado sus oraciones llenas de angustia.


A este tercio restante lo someteré a una dura prueba, será como hacerlo pasar por el fuego para purificarlo, así como se hace con el oro y la plata para refinarlos. Entonces se dirigirán a mí con oraciones fervientes y yo les pondré atención. Diré: “¡Este es mi pueblo!”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”.


Pero el ángel le dijo: ―No tengas miedo, Zacarías, pues Dios ha escuchado tus oraciones. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y lo llamarás Juan.


El ángel le dijo: ―No tengas miedo, María, porque Dios te ha concedido su favor.


¿Qué más se puede decir? Si Dios está de parte nuestra, ¿quién podrá estar contra nosotros?


y las tres veces me ha respondido: «Debe bastarte mi amor. Mi poder se manifiesta más cuando la gente es débil». Por eso, de muy buena gana me siento orgulloso de mis debilidades; gracias a ellas, se muestra en mí el poder de Cristo.


y le pido que de sus gloriosas riquezas los fortalezca interiormente por medio de su Espíritu.


»Cuando salgas a la guerra y veas delante de ti un gran número de caballos y carros, y un ejército mucho mayor que el tuyo, no tengas miedo. El Señor tu Dios, el mismo Dios que te sacó de Egipto, está contigo.


Todo lo puedo en Cristo que me da fortaleza.


Sí, esfuérzate y sé valiente, no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas».


Pero el Señor le dijo: ―Yo, el Señor, estaré contigo. Tú destruirás rápidamente las hordas madianitas.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite