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Isaías 40:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 La voz ahora dice: ―¡Grita! ―¿Qué debo gritar? —pregunté. ―Di a gritos que todo hombre y mujer es como hierba que se marchita, y que toda su belleza se aja como las flores que languidecen.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Una voz dijo: «¡Grita!». Y yo pregunté: «¿Qué debo gritar?». «Grita que los seres humanos son como la hierba. Su belleza se desvanece tan rápido como las flores en un campo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Una voz dice: 'Grita. Y yo respondo: '¿Qué he de gritar?' La voz dice: 'Toda carne es hierba, y toda su delicadeza como flor del campo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Una voz dice: ¡Proclama! Otra responde: ¿Qué proclamaré? Que toda carne es como hierba, Y toda su gloria° como flor campestre:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Una voz dice: '¡Proclama!'. Y yo dije: '¿Qué proclamo?'. Todo mortal es hierba y toda su gracia como flor del campo.

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Isaías 40:6
17 Referans Kwoze  

Un instante abre su corola como flor, y se marchita; como sombra de efímera nube, pronto se desvanece.


Pasa veloz mi vida como las sombras de la noche. Me voy marchitando como la hierba


que si bien los malvados florecen como malas hierbas, lo único que les espera es eterna destrucción.


Cante jubiloso su canto de reconocimiento todo el pueblo de Jerusalén. Porque grande y poderoso es el Santo de Israel, que mora entre ustedes.


Por eso te ofrecieron tan poca resistencia sus pueblos y fueron tan fácil presa para ti. Fueron tan indefensos como la hierba, como las tiernas plantas que aplastas con los pies, como la hierba de los tejados marchitada por el sol.


¡Escuchen! Oigo a alguien gritar: ―¡Abran para el Señor un camino derecho y parejo a través del desierto!


Yo, sí, yo soy el que te conforta y te da todo este gozo. Así pues, ¿por qué temer a los simples mortales que cual la hierba se marchitan y desaparecen?


El Señor me dijo: ¡Grita bien fuerte, clama con voz de trompeta, no tengas miedo! ¡Reprende a mi pueblo sus pecados!


Ve y grita lo siguiente en las calles de Jerusalén: El Señor dice: Yo recuerdo que hace tiempo anhelaban agradarme como joven enamorada, ¡cómo me amaban y me seguían hasta por estériles desiertos!


Llegará un día cuando los vigías de los montes de Efraín te llamarán diciendo: «¡Levántate y vamos a Sion, donde está el Señor Dios nuestro!».


»¡Hagan sonar la alarma en Guibeá! ¡También háganla sonar en Ramá! ¡Adviertan a los de Bet Avén y a los de Benjamín que están en peligro!


Entonces el ángel me dijo: «Proclama este mensaje del Señor Todopoderoso: “Amo mucho a Jerusalén, es tan inmenso el amor que le tengo, que hasta siento celos por ella.


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