Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Isaías 40:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

5 ¡La humanidad entera contemplará la gloria del Señor! El Señor lo ha dicho y se cumplirá.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Entonces se revelará la gloria del Señor y todas las personas la verán. ¡El Señor ha hablado!».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Porque aparecerá la gloria de Yavé y todos los mortales a una verán que Yavé fue el que habló.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y se manifestará la gloria de YHVH, Y toda carne° juntamente la verá, Porque la boca de YHVH lo ha dicho.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Se revelará la gloria de Yahveh y verá todo mortal a la vez que la boca de Yahveh ha hablado.

Gade chapit la Kopi




Isaías 40:5
39 Referans Kwoze  

Prometo que los de tu familia que mueran en la ciudad serán comidos por los perros, y los que mueran en los campos serán comidos por los buitres. Te lo digo yo, el Señor”».


Porque el Señor reconstruirá a Sion. Él surgirá en su gloria.


Él escuchará las oraciones de los desamparados, y no rechazará sus ruegos.


Bendito sea su glorioso nombre para siempre. ¡Que toda la tierra esté llena de su gloria! ¡Amén y amén!


Honra y majestad lo rodean; fortaleza y belleza hay en su templo.


Los cielos declaran su justicia; todas las naciones contemplan su gloria.


En la mañana verán la gloria del Señor, quien ha oído sus quejas contra él. Sí, contra él es que ustedes se están quejando, pues nosotros sólo somos sus representantes. El Señor les dará a comer carne en la tarde y pan abundante por la mañana. Él ya escuchó sus quejas, pues no es contra nosotros que ustedes se han quejado, sino contra él. ¡Nosotros no somos nadie!


Pero si continúan volviéndome las espaldas y negándose a escucharme, morirán a manos de sus enemigos. Yo, el Señor, se los aseguro.


Nada habrá perjudicial ni destructivo en todo mi monte sagrado, pues así como las aguas llenan el mar, de igual modo la tierra estará llena del conocimiento del Señor.


¡Oh, alaben al Señor! ¡Él ha dado mucha fortaleza a nuestra nación! ¡El Señor ha ensanchado las fronteras de nuestra patria!


Escudriñen el libro del Señor y vean todo lo que hará. No se perderá ni un detalle, no habrá milano al que le falte su compañera, porque el Señor lo ha dicho y su Espíritu hará que se cumpla.


Sí, habrá abundancia de flores, cánticos y júbilo. Los desiertos se volverán verdes como los montes del Líbano, hermosos como los pastos del monte Carmelo y los prados de Sarón, porque allí exhibirá el Señor su gloria, se apreciará la excelencia de nuestro Dios.


¡Rellenen los valles y nivelen las colinas, enderecen las sendas torcidas y allanen los sitios ásperos del camino!


Todos verán este milagro y comprenderán que es Dios quien lo hizo, el Santo de Israel.


«Te he llamado para que realices una obra más grande que la de restaurar a Israel y que hagas volver a los sobrevivientes de mi pueblo. ¡Yo te convertiré en luz de las naciones del mundo para que también a ellas les lleves mi salvación!».


Ante los ojos de todas las naciones el Señor desplegará su gran poder, y todas ellas contemplarán la salvación de nuestro Dios.


Si hacen todo lo que les pido, yo seré su verdadera alegría, y los llevaré de triunfo en triunfo, y les entregaré la tierra que les prometí. Yo, el Señor les confirmo que así será.


En gran coro antifonal cantaban: ―Santo, Santo, Santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.


¡Levántense moradores de Jerusalén! ¡Resplandezca la luz de Sion para que la vean todas las naciones! Porque de ustedes fluye la gloria del Señor.


Porque el Señor castigará al mundo mediante fuego y su espada, y a muchos matará el Señor.


Yo bien veo lo que hacen, sé lo que piensan, de modo que congregaré a todas las naciones y pueblos contra Jerusalén, en donde contemplarán mi gloria.


Toda la humanidad llegará a adorarme semana a semana y mes a mes.


Yo soy el Señor, el Dios de toda la humanidad. ¿Hay para mí algo demasiado difícil?


¿Quién tiene suficiente inteligencia para entender todo esto? ¿Dónde está el mensajero del Señor que pueda explicar lo que pasó? ¿Por qué está tan desolado el país, al punto de que nadie se atreve a viajar por él?


Después de haber derramado mis lluvias de nuevo, ¡también derramaré mi Espíritu sobre todos ustedes! Sus hijos e hijas profetizarán, sus ancianos tendrán sueños y sus jóvenes tendrán visiones de parte de Dios.


Cada persona podrá vivir tranquila bajo su viña o su higuera, sin que nadie le robe su paz. ¡El Señor Todopoderoso lo ha prometido!


Viene el día en que la tierra será llena del conocimiento de la fama del Señor, así como las aguas cubren los mares.


¡Que toda la humanidad guarde silencio delante del Señor, porque se ha puesto en pie en su santa morada!».


es la luz que alumbrará a las naciones y la gloria de tu pueblo Israel».


Todo el mundo verá la salvación de Dios”».


Y la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que le pertenece al Hijo único del Padre, en el que abundan el amor y la verdad.


Isaías dijo esto porque vio la gloria de Jesús y habló de él.


Pues tú le has dado autoridad sobre todas las personas para que él les dé vida eterna a todos los que le diste.


»“En los postreros días —dijo Dios—, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad, y sus hijos e hijas profetizarán, sus jóvenes verán visiones y sus viejos soñarán sueños.


Así que todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos la gloria del Señor como si fuéramos espejos. Y el Espíritu del Señor nos va transformando de gloria en gloria, y cada vez nos parecemos más a él.


Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.


Él es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de su ser y el que sostiene el universo con su palabra poderosa. Y después de haber realizado la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de Dios en el cielo.


La ciudad no necesita que el sol ni la luna la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite