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Isaías 28:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 «¿Quién se imagina ser este Isaías», dice el pueblo, «para hablarnos de esta forma? ¿Somos acaso niños que casi no saben hablar?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 ¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados?, ¿a los arrancados de los pechos?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 «¿Quién se cree el Señor que somos? —preguntan—. ¿Por qué nos habla así? ¿Acaso somos niños pequeños, recién destetados?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 - ¿A quién le está enseñando la lección, o quién quiere que le atienda sus explicaciones? ¡Los niños que recién dejaron el biberón, los niñitos que acabaron de tomar pecho!

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¿A quién, dicen ellos,° viene a adoctrinar? ¿A quién trata de enseñar? ¿A recién destetados apartados del pecho?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 ¿A quién enseña la lección? ¿A quién explica la revelación? ¿A los recién destetados? ¿A los retirados de los pechos?

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Isaías 28:9
21 Referans Kwoze  

Pero estoy callado y tranquilo, como un niño pequeño está quieto al lado de su madre. Sí, como un niño pequeño es mi alma.


pues has rechazado mi disciplina, y menospreciado mis leyes.


»Pues despreciaron la sabiduría y no quisieron honrar al Señor;


«Vamos», dirán todos, «subamos al monte del Señor, al templo del Dios de Israel; allí nos enseñará él sus leyes, y las obedeceremos». Porque en aquellos días el mundo será gobernado desde Jerusalén.


Él sabe exactamente qué debe hacer, porque Dios ha hecho que vea y entienda.


Aunque les dé pan de adversidad y agua de aflicción, estará con ustedes para enseñarles. Con sus propios ojos verán a su Maestro.


El Señor, su Redentor, el Santo de Israel, dice: Yo soy el Señor Dios de ustedes, que los castiga para su bien y que los guía por la senda que deben seguir.


El Señor Dios me ha dado sus palabras de sabiduría para que yo sepa qué debo decirles a todos estos fatigados. Cada mañana me despierta y abre mi entendimiento a su voluntad.


¡Nadie cree lo que hemos proclamado! ¡Nadie ha sido testigo del poder de Dios!


Y yo seré el maestro de todos tus ciudadanos y grande será la prosperidad de ellos.


El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Ve y di a Judá y a Jerusalén: ¿No van a aprender la lección de las familias de Recab, tomándolas como ejemplo?


los profetas anunciando mentiras y los sacerdotes muy contentos apoyándolos. Y al pueblo parece que le gusta esta situación. ¡¿Dónde irá a parar toda esta locura?!


Pero, ¿quién escuchará cuando yo los prevengo? Tienen los oídos tapados y se niegan a escuchar. La palabra de Dios sólo les causa molestia, para nada les gusta.


En esa ocasión, Jesús dijo: «Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios e inteligentes, y se las diste a conocer a los niños.


Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no podrá entrar en él.


Así se cumplió lo que el profeta Isaías había dicho: «Señor; ¿quién ha creído en nuestro mensaje? ¿A quién se le ha mostrado el poder del Señor?».


En esto consiste la condenación: en que la luz vino al mundo y la gente prefirió las tinieblas a la luz, pues las cosas que hacía eran malas.


Como niños recién nacidos busquen con ansias la leche pura de la palabra. Así, por medio de ella crecerán en su salvación,


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