Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Isaías 26:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

15 ¡Oh, alaben al Señor! ¡Él ha dado mucha fortaleza a nuestra nación! ¡El Señor ha ensanchado las fronteras de nuestra patria!

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 Aumentaste el pueblo, oh Jehová, aumentaste el pueblo; te hiciste glorioso; ensanchaste todos los confines de la tierra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Oh Señor, tú hiciste grande nuestra nación; así es, tú nos hiciste grandes. Tú extendiste nuestras fronteras, ¡y te damos toda la gloria!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Yavé, has hecho crecer tu nación, ensanchaste nuestro país y, mientras más crecía, te hacías más famoso.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

15 Multiplicaste al pueblo, oh YHVH, Multiplicaste al pueblo y manifestaste tu gloria: Ensanchaste los confines del país.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Acrecentaste la nación, Yahveh; acrecentaste la nación, te glorificaste, ensanchaste todos los confines del país.

Gade chapit la Kopi




Isaías 26:15
33 Referans Kwoze  

Te voy a convertir en una nación muy grande; te voy a bendecir, y te haré un hombre muy famoso. ¡Serás de bendición para muchas personas!


Además, tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. De modo que sólo quien sea capaz de contar el polvo de la tierra, podrá contar a tus descendientes.


»Si pecan contra ti, ¿porque quién no peca?, y tú te enojas con ellos, y dejas que sus enemigos los lleven cautivos a tierras extrañas, cercanas o lejanas,


hasta que el Señor, finalmente, los arrojó lejos de su presencia, cumpliendo así lo que había anunciado por medio de sus siervos los profetas. Israel fue llevado cautivo a Asiria, donde está hasta estos días.


Finalmente, en el año noveno del reinado de Oseas, Samaria cayó. Entonces el rey Salmanasar llevó cautivos a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, en Gozán, que está junto al río Jabor, y en las ciudades de los medos.


Porque el Señor había dicho: «Yo destruiré a Judá, de la manera que destruí a Israel, y desecharé a Jerusalén como ciudad escogida, y al templo del Señor de la cual dije que sería el lugar donde yo habitaría».


Tú hiciste que el pueblo israelita se multiplicara como las estrellas del cielo, y los hiciste entrar en la tierra que habías prometido a sus antepasados.


Exalta a una nación y luego la destruye. La engrandece, y luego la reduce a la nada.


Pero aunque Israel sea ahora tan numeroso como las arenas de la playa, sólo unos pocos quedarán para regresar en aquel día. Con toda justicia ha resuelto Dios destruir a su pueblo.


Sus ojos verán al Rey en su belleza, y a los montes celestiales en la lejanía.


¡La humanidad entera contemplará la gloria del Señor! El Señor lo ha dicho y se cumplirá.


¡Canta, oh cielo, porque el Señor ha hecho esta obra admirable! ¡Clama, oh tierra, prorrumpan en canción montañas y selvas y todo árbol porque el Señor redimió a Jacob y su gloria es Israel!


y todos sean llevados como esclavos a países lejanos, y toda la tierra de Israel quede desierta.


Todo los habitantes de Jerusalén practicarán la justicia y poseerán por siempre la tierra, porque aquí los plantaré con mis propias manos, y así se manifestará mi gloria.


Porque Israel volverá a ser grande, lleno de gozo como los segadores en el tiempo de la mies y como los hombres que se reparten el botín capturado.


Las ciudades estarán llenas de júbilo y la gente expresará su gratitud, y yo haré que mi pueblo vuelva a crecer y lo convertiré en una nación grande y honorable.


Pero aun así, yo traeré de nuevo a mi pueblo de regreso desde todos los países en donde mi furia los habrá esparcido. Los traeré a esa misma ciudad y haré que vivan en paz y seguridad.


¡Porque los traeré de vuelta a la tierra de Israel!


Un tercio de ustedes morirá de hambre y peste, otro tercio será muerto por el enemigo y un tercio esparciré en desbandada, enviando a sus enemigos con espada en mano tras ellos.


Son numerosos como el polvo, no se pueden contar. ¡Quién pudiera morir tan feliz como un israelita! ¡Oh, si yo pudiera terminar mi vida como termina la de ellos!».


Unos morirán a filo de espada y a otros los llevarán prisioneros a todas las naciones. Los gentiles pisotearán a Jerusalén, hasta que llegue el tiempo señalado para ellos.


Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y de esa manera muestran que son mis discípulos.


Al terminar de decir estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.


Cuando tus antepasados descendieron a Egipto eran sólo setenta personas; pero ahora tu número ha aumentado hasta ser tan numeroso como las estrellas del cielo.


»El Señor hará que seas derrotado por tus enemigos. Marcharás gloriosamente a la batalla, pero huirás delante de tu enemigo en completa confusión y serás causa de espanto entre todas las naciones de la tierra.


Porque el Señor te esparcirá en medio de todas las naciones, de uno a otro extremo de la tierra. Allí adorarás dioses paganos que ni tú ni tus antepasados han conocido, dioses hechos de madera y de piedra.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite