Hechos 8:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²⁸ En el viaje de regreso, el funcionario iba en su carroza leyendo el libro del profeta Isaías.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁸ volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁸ y ahora venía de regreso. Sentado en su carruaje, leía en voz alta el libro del profeta Isaías.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁸ y ahora regresaba, sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁸ regresaba sentado en su carro leyendo al profeta Isaías.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁸ Iba de regreso y, sentado sobre su carro, leía al profeta Isaías.

Hechos 8:28 Referans Kwoze

Salmos 119:111

Tus decretos son mi tesoro; son el deleite de mi corazón.

Salmos 119:99

Sí, tengo más entendimiento que mis maestros, porque siempre medito en tus normas.

Isaías 1:1

Estos son los mensajes que recibió Isaías, hijo de Amoz, en unas visiones que tuvo durante los reinados de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, todos ellos reyes de Judá. En estos mensajes Dios le mostró lo que habría de ocurrirles a Judá y a Jerusalén en los días por venir.

Lucas 3:4

Eso fue lo que estaba escrito de él en el libro del profeta Isaías: «Voz de uno que grita en el desierto: “Preparen el camino del Señor, háganle sendas que estén derechas.

Lucas 4:17

y le dieron el libro del profeta Isaías. Lo abrió y encontró el lugar donde dice:

Hechos 28:25

Como no pudieron ponerse de acuerdo entre ellos, comenzaron a irse. Entonces Pablo finalmente les dijo: «El Espíritu Santo tenía razón cuando les habló a sus antepasados por medio del profeta Isaías y les dijo:

Hechos 8:27

Así lo hizo. Y por el camino se encontró con un etíope eunuco, el tesorero de Etiopía, funcionario poderoso de la reina Candace. El etíope había ido a Jerusalén a adorar en el templo.

Hechos 8:29

«Da alcance a esa carroza —le dijo el Espíritu Santo a Felipe—, y acércate a ella».

Colosenses 3:16

Mantengan vívidas en su memoria las enseñanzas de Cristo en toda su abundancia, y enséñense y aconséjense unos a otros con toda sabiduría. Transmítanlas a otros, con salmos, himnos y cánticos espirituales elevados al Señor con corazones agradecidos.

Josué 1:8

Que no se aparte nunca de tu boca este libro de la ley. Medita en él día y noche y obedécelo al pie de la letra. Solamente así tendrás éxito.