Hechos 16:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²⁴ El carcelero, entonces, además de encerrarlos en el calabozo de más adentro, les aprisionó los pies en el cepo.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁴ El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁴ Así que el carcelero los puso en el calabozo de más adentro y les sujetó los pies en el cepo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁴ Este, al recibir dicha orden, los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies con cadenas al piso del calabozo.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁴ Al recibir esta orden, él los echó en el calabozo interior y les aseguró los pies en el cepo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁴ En cumplimiento de la orden, los metió en el calabozo interior y sujetó sus pies al cepo.

Hechos 16:24 Referans Kwoze

1 Reyes 22:27

Díganles que yo he ordenado que pongan a este individuo en la cárcel, y lo alimenten con pan y agua, sólo lo suficiente para que siga vivo hasta que yo regrese en paz.

2 Crónicas 16:10

Asá estaba tan enojado con el vidente por haberle dicho esto, que lo mandó a la cárcel. Al mismo tiempo trató con crueldad a varias personas de la ciudad.

Job 13:27

Me has aprisionado; me tienes cercado por todas partes. Soy como un árbol podrido que se cae, como un manto apolillado.

Job 33:11

“El mete mis pies en el cepo”, dices tú, “y vigila cada uno de mis movimientos”.

Salmos 105:18

Allá en la cárcel le sujetaron los pies con grilletes y le pusieron la cabeza en cepo de hierro,

Jeremías 29:26

Y en esta carta le decías a Sofonías: “El Señor te ha nombrado para reemplazar a Joyadá como sacerdote en Jerusalén. Y en tu responsabilidad está arrestar a cualquier loco que diga ser profeta, y ponerlo en el cepo.

Jeremías 38:26

diles simplemente que me suplicaste que no te volviera al calabozo en casa de Jonatán, pues allí morirías».

Jeremías 38:6

Sacaron pues, a Jeremías de su celda y atado con cuerdas lo bajaron a una cisterna seca en el patio de la cárcel. (La cisterna pertenecía a Malquías, miembro de la familia real). No había agua en ella, pero sí una gruesa capa de lodo en el fondo, en la cual se hundió Jeremías.