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Hechos 10:35 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

35 En todas las naciones él ve con agrado a las personas que lo adoran y actúan con justicia.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

35 En cada nación, él acepta a los que le temen y hacen lo correcto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 En toda nación mira con benevolencia al que teme a Dios y practica la justicia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 sino que de toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 sino que le es agradable todo el que, sea de la raza que fuere, le teme y practica la justicia.

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Hechos 10:35
36 Referans Kwoze  

Y esto dice él a todos los hombres: «Escuchen: temer al Señor es verdadera sabiduría; abandonar el mal es verdadero entendimiento».


El principio de la sabiduría es el temor al Señor. La recompensa para todos los que lo obedecen es la sabiduría. ¡Alabemos su nombre por siempre!


El temor del Señor es puro: permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos y justos.


Ciertamente, su salvación está cerca de quienes lo honran; nuestra tierra estará llena de su gloria.


Lo primero que hay que hacer para empezar a ser sabios, es honrar al Señor. Sólo los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.


Con amor y verdad se perdona el pecado, y con temor del Señor se evita el mal.


entonces comprenderás lo que es honrar al Señor y encontrarás el conocimiento de Dios.


No creas que eres tan sabio como para no tenerle miedo al mal. Honra al Señor y huye del mal,


Y esta es mi conclusión definitiva: teme a Dios y obedece sus mandamientos, porque esto es lo más importante para todo hombre y mujer.


Aunque ahora quisieran por fin rendirme homenaje solo a mí, yo no lo aceptaría. Más bien voy a exigirles cuentas por sus pecados y luego los castigaré. ¡Otra vez haré que sean esclavos de Egipto!


El ángel entró donde ella estaba y le dijo: ―¡Te saludo, a ti que has recibido la bendición de Dios! El Señor está contigo.


Hombre piadoso, al igual que su familia, daba limosnas a manos llenas para el pueblo de Israel y oraba sin cesar.


Entonces Pedro les dijo: ―Ustedes saben que al entrar yo aquí estoy quebrantando la ley judía que prohíbe entrar a la casa de un gentil. Pero Dios me ha mostrado en visión que no debo considerar profana o impura a ninguna persona.


Y no hizo ninguna distinción entre ellos y nosotros, porque les había limpiado sus corazones por medio de la fe.


Mientras tanto, la iglesia de Judea, Galilea y Samaria tenía paz y crecía en fortaleza y número. Los creyentes aprendían cómo andar en el temor del Señor, fortalecidos por el Espíritu Santo.


ya que no son los que oyen la ley los que son justificados, sino quienes la obedecen.


Cuando los paganos que no conocen la ley actúan conforme a la ley, aunque nunca hayan tenido escrita la ley de Dios, son la ley para sí mismos.


Dios hace justos a quienes creen en Jesucristo, sin favoritismo alguno.


Hemos sido bautizados en el cuerpo de Cristo por un solo Espíritu, y todos hemos recibido el mismo Espíritu. Algunos somos judíos, otros son gentiles; algunos son esclavos y otros son libres. Pero todos formamos un solo cuerpo.


Puesto que tenemos tan grandes promesas, amados hermanos, apartémonos del mal, ya sea mal corporal o espiritual. Así en el temor de Dios procuraremos ser completamente santos.


Ya no importa si eres judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer. Todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús.


Esto fue para que le demos la gloria a Dios por la extraordinaria gracia que nos mostró por medio de su amado Hijo.


Sométanse unos a otros por respeto a Cristo.


Porque los verdaderos circuncidados somos nosotros, los que por medio del Espíritu adoramos a Dios y nos llenamos de orgullo de pertenecer a Cristo Jesús. Nosotros no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.


Esas buenas nuevas que escucharon ustedes están dando fruto y creciendo en todo el mundo, como también sucedió entre ustedes mismos desde el día en que escucharon y entendieron la gracia de Dios.


La nacionalidad y la raza, la religión, la educación y la posición social carecen de importancia en esta vida. Lo que importa es que Cristo es todo y está en todos.


Si saben que Jesús es justo, deben también saber que todo el que practica la justicia es hijo de Dios.


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